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Foto: Carme Ripolles |
El partido en Villarreal, que siempre será recordado por el lanzamiento de un bote de gas lacrimógeno, también formará parte del currículo deportivo de Íñigo López. Fue el encuentro en el que debutó con la camiseta celeste. El zaguero, cedido por el PAOK de Salónica, suplió a Cabral en el descanso. En su tercera convocatoria, dispuso de sus primeros minutos.
"Los compañeros me ayudaron mucho", señaló este domingo Íñigo López en la terminal del aeropuerto de Peinador a su regreso a Vigo. "Cuando el míster me dijo que iba a salir, me preparé mentalmente lo mejor posible, dispuesto a darlo todo e intentar aprovechar mi oportunidad. La verdad es que el de Villarreal fue un partido de lo más accidentado. Lo mejor, es que ganamos", comentó.
Íñigo López se convirtió el sábado en el vigesimotercer futbolista que Luis Enrique Martínez utiliza en la competición liguera. Llegó a Vigo hace menos de un mes, dentro de ese mercado invernal que provocó las salidas de Vila, Bellvís, David Rodríguez y Llorca, aunque este último no llegó a debutar. A estos jugadores hay que sumar los nombres de los canteranos Sergio Álvarez, Rubén Blanco y Javi Rey, que participaron en la única eliminatoria copera frente al Athletic.
"Recuerdo todos mis debuts en los otros equipos que estuve, pero este no lo podré olvidar nunca debido a la acción de ese desalmado. Espero que esto no vuelva a suceder en un estadio de fútbol", manifestó de forma rotunda Íñigo López. "Dentro de lo malo, por fortuna no hubo que lamentar daños personales", añadió.
Y en relación a la importancia del triunfo, dijo: "Ganamos un partido que era muy importante para nosotros, pero hay cosas que debemos de mejorar en el futuro. Aunque eso es preferible hacerlo desde la victoria y corregir los errores con la comodidad, sin la presión de haber perdido el último encuentro".
Antonio Estévez / Marca
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