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Foto: Marta Grande |
Uno de los grandes retos de Luis Enrique para la segunda vuelta, al margen de los objetivos grupales, es el de recuperar a Michael Krohn-Dehli. El fantástico jugador danés se convirtió el año pasado en uno de los futbolistas de referencia del equipo de Paco Herrera, especialmente en la primera vuelta, donde, pegado a la banda izquierda, fue santo y seña de un equipo que se acostumbró a vivir de su inspiración y su capacidad para el pase y la elaboración. Con el paso de las jornadas, la falta de fondo físico y la falta de resultados fueron pesando en el futbolista escandinavo hasta ir, poco a poco, perdiendo peso en el equipo. Un peso que no recuperaría con la llegada de Abel Resino.
Con la llegada de Luis Enrique, Krohn-Dehli partía de cero, y lo hacía además después de realizar la pretemporada junto al resto de sus compañeros. Sin embargo, las cosas no marcharon bien desde el principio para Krohn-Dehli, que vivió también malas experiencias con su selección, eliminada en la fase de grupos de clasificación para el Mundial que se celebrará el próximo verano en Brasil. Después de disputarse la primera vuelta y dos jornadas de la segunda ronda del campeonato, Krohn-Dehli no puede decir que sea titular en este equipo, y sus actuaciones en el once inicial se limitan a suplir bajas de algún compañero por lesión o sanción.
Pocas veces, o prácticamente ninguna, el técnico celeste ha contado con él de inicio por decisión técnica, y cuando lo ha hecho su rendimiento no ha entusiasmado. Actuando, bien de interior, o de mediocentro defensivo, faceta en la que ha sufrido especialmente, los méritos de Krohn-Dehli no le han acreditado para merecer la condición de titular. El pasado viernes vimos un pequeño esbozo de lo que queremos llegar a ver, pero la entidad del rival, con un centro del campo muy blando, y la intermitencia de su rendimiento nos hacen albergar esperanzas, pero a la vez ciertas dudas.
El trabajo de Luis Enrique con Orellana ha sido excelente, aunque también lo ha sido el empeño y la dedicación del chileno. La cabezonería e insistencia por alcanzar la titularidad y mejorar le ha llevado de nuevo a recordar a aquel futbolista que era hace dos temporadas. Krohn-Dehli no necesita viajar tanto en el tiempo, basta con que se desplace a la temporada pasada y nos muestre una pincelada de aquel Michael Krohn-Dehli elegante, cumplidor y decisivo. Aquel futbolista que se ganó el mote de Krohn-Dehlicatessen. Será fundamental en lo que resta de Liga para alcanzar el objetivo. Cuantos más, mejor. Mientras tanto le esperamos, porque sabemos que merece la pena.
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