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Foto: Gustavo Santos |
Día diferente para la plantilla del Celta. Luis Enrique y sus jugadores cambiaron las instalaciones deportivas de A Madroa por la pista de karts de Sanxenxo. El técnico asturiano optaba por aparcar la rutina. Una nueva actividad para que las alegrías cosechadas ante Almería y Athletic refuercen la moral de un grupo que afronta en la próxima semana dos enfrentamientos que pueden ser determinantes.
El método de Luis Enrique se va afianzando. Así lo demuestran el paso de las jornadas. Por ello, el relax, una jornada de tranquilidad y diversión, puede destensar al equipo vigués de cara al partido del lunes. A partir hoy el Celta entrenará a puerta cerrada. Regresa a la intimidad. De momento esa estrategia parece dar sus frutos. No sólo acompañan los resultados, sino que el grupo también ha experimentado una mejoría en las jugadas a balón parado.
Mañana tocará regresar a la realidad. Vuetla a la rutina. Tocará ver en qué estado físico se encuentran Augusto Fernández y Andreu Fontás. Todo indica que ambos estarán disponibles para Pucela, el próximo horizonte de un equipo que quiere asaltar por tercer año consecutivo el José Zorrilla. Ganar en Valladolid supondría dar un nuevo paso hacia la salvación.
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