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Foto: Marta Grande
Álex López vive momentos felices en el Celta. Se ha convertido en una pieza imprescindible para Luis Enrique, pues es el único futbolista de la plantilla que ha participado en todos los partidos oficiales desde que se inició la temporada. Ni en la Copa le dio descanso el técnico gijonés, que le encontró esa posición en el centro del campo en la que más luce su juego y su pegada. El ferrolano va camino de superar los 13 goles que anotó con el filial céltico. Lleva cinco esta temporada. Comparte el liderato de goleador del equipo celeste con Charles. El lunes le espera el Valladolid, equipo de buenos recuerdos para él. Ante los vallisoletanos, Álex festejó el 6 de enero pasado por todo lo alto su estreno como goleador en Primera División. Fue el mejor regalo de Reyes que había recibido en mucho tiempo.

Habla con cautela Álex sobre el rival del lunes. "A pesar de estar ahí abajo, el Valladolid siempre es un equipo peligroso porque juega muy bien al fútbol y es capaz de generar muchas ocasiones. Para ganar vamos a tener que estar muy bien y seguir en la línea que estamos mostrando fuera de casa", señala en referencia a las tres victorias que suma el Celta a domicilio (Betis, Málaga y Sevilla).

El Celta afronta el desplazamiento a la capital castellana con más seguridad tras resolver los problemas de resultados en Balaídos. "Ya nos quitamos ese peso de encima de ganar el primer partido en casa y el equipo ahora está a tope, con mucha confianza. Ahora tenemos dos partidos ante rivales directos, donde intentaremos sumar el mayor número de puntos posible para llegar al parón navideño en una buena situación", responde el ferrolano, que se niega a hacer cábalas sobre el posible botín antes de cerrar el año.

"Estoy teniendo la confianza del míster y personalmente me encuentro muy bien. Ojalá pueda jugar todos los partidos que restan para acabar la temporada, me salga un buen año y el equipo logre el objetivo que nos hemos marcado", lanza a modo de deseo para el nuevo año, mientras el que se agota está deparándole muchas satisfacciones a Álex López.

Mientras tanto, Augusto se incorporó al trabajo con el resto del equipo. Espera el alta tras sufrir un esguince de rodilla. Fontás, por su parte, se entrenó aparte pero es casi seguro que llegue a tiempo a Valladolid tras perderse el partido ante el Almería por problemas en el bíceps femoral.

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