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DE ARCOS |
Balaídos acogerá esta noche el último encuentro de un año
tan complicado como cargado de emociones. Un año en el que se sufrió como
siempre y se disfrutó como nunca, 365 días que vieron pasar tres entrenadores y
una amplia nómina de jugadores, 52 semanas con alegrías pobres en número pero
ricas en intensidad.
Así, sin demasiados
triunfos que llevarse a la boca, especialmente en la campaña presente, el feudo
vigués despedirá el 2013 ante un rival directo y en un partido clave en la
lucha por la permanencia. Osasuna, experto en los coqueteos con el infierno,
exigirá la mejor versión de los de Luis Enrique, heridos tras dos derrotas
dolorosas en Valladolid y Bilbao. Vencer a los rojillos, además de refrendar la
mejoría en casa, permitiría vivir unas Navidades más desahogadas a la espera de
visitar el Bernabeu para recibir al nuevo año. Con un triunfo, los vigueses
superarían a Elche y Almería, se asegurarían como mínimo mantener la distancia
sobre Rayo y Valladolid, y alejarían al Betis y a su rival de esta noche a una
distancia prudencial. Algo más que 3 puntos.
Luis Enrique
contará con bajas importantes para recibir a los navarros. Ni Hugo Mallo ni
Charles podrán disputar el encuentro por sanción. Sí Santi Mina, duda durante
las últimas horas por una subluxación en el hombro, y que finalmente entrará en
el once para suplir al delantero brasileño. Mientras, en el costado derecho,
Jonny será el encargado de sustituir al lateral de Marín.
Son los únicos
cambios que se esperan respecto al equipo que claudicó en Valladolid. Yoel
regresará a la portería tras el encuentro de Copa. Acompañando a Jonny, Cabral
y Fontás actuarán como pareja de centrales con Aurtenetxe en el lateral
izquierdo. En el trivote volverán Oubiña y Augusto Fernández, además de un Álex
López que lo ha jugado todo. En fase ofensiva, y con Mina en punta, Rafinha y
Nolito se perfilan como titulares.
Por su parte, Javi
Gracia también cuenta con bajas significativas. Ni Arribas ni el Gato Silva
estarán en Vigo por sanción. Flaño y Loé cubrirán las respectivas ausencias en
un equipo al que no se le da nada bien Balaídos. Los rojillos han visitado el
feudo vigués en 18 y sólo han logrado el triunfo en una. Ahora llegan en franca
progresión, tras superar los graves problemas de principio de temporada y
amoldarse a la idea de juego de su nuevo entrenador, algo más ofensiva que la
de su predecesor.
Saltarán al campo
con Andrés Fernández en portería, escoltado por una defensa de cuatro compuesta
por Marc Bertrán, Flaño, Lotiès y Damiá. En el centro del campo, Lolo y Loé.
Por delante, la línea de más talento formada por Armenteros, Cejudo y Roberto
Torres. Y arriba, dispuesto a presentar batalla, otro ex-céltico como Oriol
Riera.
El colegiado vasco
Delgado Ferreiro dirigirá un choque de necesitados sobre el verde del viejo
Balaídos. El Osasuna, siempre más cómodo en esta clase de peleas, planteará el
partido rocoso y complicado de siempre. El Celta, exigido todavía para engordar
su bagaje en casa, demanda un triunfo que recupere la tranquilidad tras una semana
complicada y refuerce el crédito de un proyecto que apunta maneras pero que no
termina de arrancar. Luis Enrique comerá el turrón en Vigo salvo sorpresa
mayúscula. De lo que ocurra esta noche dependerá si se lo tiene merecido o si, por el contrario, debiera haber recibido carbón.

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