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| Foto: LFP |
Un punto es la diferencia que distancia al Celta de Luis Enrique del que la temporada pasada dirigía a estas alturas de competición Paco Herrera. Los 16 puntos que ha cosechado el conjunto céltico en su segundo año consecutivo en la élite mejoran muy tímidamente los 15 que los vigueses cosecharon en las primeras diecisiete jornadas de Liga el año pasado.
Los de Luis Enrique suman exactamente las mismas cuatro victorias que los de Herrera contabilizaban a estas alturas, aunque han añadido un empate más (cuatro) que en la campaña 2012/13. A nivel clasificatorio, ese punto también se traduce en un décimo quinto puesto que escala en dos posiciones la ocupada hace justo un año.
A los vigueses les quedan dos jornadas para acabar la primera vuelta de la Liga e intentarán ampliar sus números, y mejorar los 18 que el equipo firmaba al ecuador del campeonato el año pasado. Sin embargo, no será fácil, puesto que el calendario ha determinado que los de Luis Enrique retomen el pulso al torneo visitando el Santiago Bernabéu y recibiendo a un Valencia que intentará revitalizarse con la llegada de Pizzi al banquillo.
Circunstancias diferentes
El punto de distancia que los números de Luis Enrique toman respecto a los manejados por Paco Herrera parece un botín demasiado exiguo teniendo en cuenta las circunstancias. De entrada, el entrenador asturiano se ha encontrado con un Celta que ya vive su segunda temporada consecutiva en la élite, y que por lo tanto cuenta con jugadores que ya tienen experiencia en la máxima división, uno de las complicaciones que se achacaba el año pasado.
Por otro lado, aunque el equipo ha perdido al futbolista franquicia de la temporada pasada, Iago Aspas, se ha reforzado en todas las líneas siguiendo con jugadores de calidad que deberían aportar al equipo empuje y veteranía.
Entre las rémoras que el Celta de este curso intentará evitar está el pobre balance de puntos en casa, la gran asignatura pendiente.
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