El fichaje defensivo depende de la recuperación de Samuel


Poco más de dos semanas restan para que se vuelva a abrir el mercado de fichajes, que se prolongará durante todo el mes de enero, y el Celta está muy pendiente de él. Hace unas semanas, el director deportivo Miguel Torrecilla reconocía que el club vigués estaba peinando el mercado tanto en la parcela defensiva como en la ofensiva para reforzar en el segundo tramo de temporada a una plantilla que se ha quedado algo corta en algunas posiciones.

Sin embargo, en la entidad olívica creen que el primer fichaje de invierno puede estar dentro de la propia plantilla. Se trata de Samuel Llorca, que apura sus últimas semanas de recuperación tras la desgraciada lesión que se produjo en el mes de julio, cuando se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. El zaguero confía, como expresaba el miércoles a este periódico, que quiere ser uno más en enero de 2014 y el club está dispuesto a esperar para comprobar su evolución, por lo que retrasarían hasta finales de enero la búsqueda de un central en el mercado.


Samuel fue una ambiciosa apuesta en el verano de 2012, el del regreso a Primera División, tras pagar alrededor de 400.000 euros al Hércules por hacerse con sus servicios. En Praza de España consideran que el alicantino responde a un perfil diferente del que aportan el resto de centrales del Celta y que puede dar a Luis Enrique velocidad, contundencia y juego aéreo, algo que las dos lesiones prácticamente seguidas de rodilla le han impedido demostrar.

Ante esto, el objetivo número uno para la entidad que preside Carlos Mouriño en estos momentos es la de un delantero centro que le haga la competencia a Charles, indiscutible para Luis Enrique en estos primeros meses de competición.

En estos momentos, Mario Bermejo y Santi Mina, al que ven más útil en banda, son los rivales del brasileño por la titularidad, una vez que David Rodríguez ha dejado de entrar en los planes del entrenador asturiano.
El Celta fijó sus miras en una cara conocida, Joselu, que tuvo que ser vendido por las difíciles circunstancia del momento al Real Madrid. Embarcado ahora en una aventura en la Bundesliga, las cantidades económicas que se tendrían que afrontar para su regreso hacen casi inviable la operación, ya que el Hoffenheim, el club que posee sus derechos, tuvo que desembolsar unos seis millones de euros para contratarlo.

Pendientes de las entradas, en el Celta tampoco se olvidan de las posibles salidas que se podrían producir. Los principales candidatos a abandonar la nave céltica en este mercado de invierno son Jonathan Vila, Carlos Bellvís y el anteriormente mencionado David Rodríguez, que en estos momentos son la cuarta o quinta opción en el orden de preferencia de Luis Enrique para sus respectivos puestos.

Faro de Vigo

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