El equipo de las remontadas


Foto: FDV
La Unión Deportiva Almería es uno de esos equipos que debería visitar Balaídos con mayor frecuencia. En las últimas tres temporadas sus visitas al vetusto coliseo vigués se han convertido en balsámicas para el conjunto céltico, con grandes triunfos, todos ellos con una característica común: Las remontadas en Balaídos. No deja de ser curioso. Todo arrancó en la Temporada 2011-12, con los de Paco Herrera peleando por el ascenso recibiendo en Balaídos a un potente Almería recién descendido, como uno de los gallitos y candidato a regresar nuevamente a la máxima categoría. 

El partido arrancó con un tanto de Ulloa, que puso en franquía a los rojiblancos, entrenados por Lucas Alcaraz. No tardó De Lucas en empatar, pero fue efímero, ya que Juanma Ortiz volvió a adelantar a los andaluces, que se irían al descanso con ventaja en el marcador. En la segunda mitad llegaría la remontada en las botas de Joan Tomàs y en la cabeza de Mario Bermejo, que llevarían el delirio a un Balaídos que aquel día, y no otro, comenzó a creer en un ascenso que sería real tres meses y una semana después. 

Con el Celta ya en Primera y el Almería en Segunda, el azar quiso que sus destinos se volviesen a cruzar, esta vez en la Copa del Rey. El Celta disputó el primer partido en Almería, y se presentó en el Estadio de los Juegos Mediterráneos con un equipo plagado de suplentes que no dieron la talla y cayeron derrotados por dos goles a cero. En otras circunstancias, el equipo no se hubiese esforzado en exceso, pero el premio, sobre todo para el club, era jugoso, ya que en la siguiente eliminatoria tocaba el Real Madrid, que prometía una taquilla amigable. 

Paco Herrera salió con casi todo en una noche lluviosa y fría, poco apacible, en la que la remontada parecía imposible cuando al descanso el luminoso seguía marcando un tibio empate sin goles. Sin embargo, un gol de Park Chu-Young alimentó las esperanzas célticas, y ya fuera de tiempo, cuando gran parte de la afición enfilaba la salida, Roberto Lago logró el segundo tanto que llevaba la eliminatoria a la prórroga. En el tiempo suplementario, Quique de Lucas sentenció con un tanto repleto de calidad. El pasado sábado, otra vez, nueva remontada que devolvió la sonrisa a una afición que no conocía la victoria tras siete partidos en el presente campeonato. Algo tendrá el Almería. Habría que jugar contra ellos cada quince días. 

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