Persona "non grata" en Vigo


Foto: LOF
Una vez más y ya van unas cuantas, Muñiz Fernández volvió a completar una pésima actuación. Se reencontraba el asturiano con el Celta tras el partido ante el Levante de la temporada pasada y la reunión volvió a dejar con mala cara al conjunto vigués ante un rival que también temía a Muñiz pero que acabó siendo claramente beneficiado.

El Celta y César Muñiz Fernández no casan bien. Aunque visto lo visto en los últimos meses, muchos equipos de Primera División pensarán en declarar al colegiado persona 'non grata'. El asturiano y sus asistentes convierten en lío y descontrol cualquier partido que tocan y ayer lo volvieron a demostrar, concediendo a la Real Sociedad dos goles en fuera de juego, a lo que añadieron una actuación que minó y lastró al Celta, que se vio claramente perjudicado en San Sebastián, al igual que ocurrió en su último encuentro, la temporada pasada en el Levante-Celta, choque en el que Muñiz desquició a los vigueses y se inventó un penalti de Jony a Acquafresca.

Pese a los rumores que situaban a Muñiz en la "nevera" durante varias semanas por su polémica actuación en el Elche-Real Madrid, el asturiano regresó pronto a los terrenos de juego con su designación para el Levante-Espanyol, señalando una pena máxima a favor de los granotas que fue fuera del área. Después, la volvió a liar en un Almería-Valladolid, dando por válido un gol con la mano de Rodri.

En Anoeta, siguió empeñado en ser protagonista esta temporada y, desde el pitido inicial, dejó claro que no está al nivel que se le debe exigir a un árbitro de la máxima categoría. Y eso que empezó acertando, anulando a los tres minutos un gol de Vela, que se encontraba unos centímetros por delante de la defensa del Celta. Incluso en el acierto se equivoca, ya que la jugada debía haber sido anulada al estar en fuera de juego Castro, que realiza el envío al área.

El show comenzaría poco después, exhibiendo un criterio distinto para señalar las faltas a uno y otro equipo y mostrando una amarilla a Cabral por una falta totalmente inexistente a Vela, protagonista también en las acciones polémicas de la segunda mitad, que se dejó caer claramente.

No se le puede discutir a muñiz Fernández la expulsión de Andreu Fontás, que descolocado en su nueva posición, cometió dos faltas merecedoras de castigo, especialmente la segunda, cortando una peligrosa contra de la Real Sociedad conducida por Vela, que cinco minutos antes había anotado su segundo gol adelantándose a Yoel, en probable situación irregular, tras una falta muy dudosa de Jony sobre Xabi Prieto en la banda.

En el minuto 78 llegaría la situación más clara del encuentro en contra del Celta, que intentaba resistir el asedio de su rival, lanzado a por la victoria. Una jugada embarullada en la frontal del área terminó con un cabezazo al área que recogió el héroe del encuentro, Carlos Vela, que estaba metro y medio por delante de la zaga céltica, que no pudo impedir el remate a bocajarro del centroamericano.

La losa fue imposible de superar y dos minutos más tarde, se consumaba la remontada vasca, dejando al Celta a expensas de un milagro que no llegó en un tramo final que se vio acortado también por los tres minutos de descuento que indicó Muñiz tras haberse perdido mucho más tiempo. El final de otra pésima actuación de un colegiado desdibujado.

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