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Foto: Jesús de Arcos |
Los laterales son piezas importantes en el engranaje del equipo de Luis Enrique, que busca un juego profundo por los costados para asistir a los delanteros y a los que se incorporan al ataque desde la segunda línea.
Así, Toni, al que el técnico asturiano ha reconvertido en lateral izquierdo, es el jugador que en más ocasiones interviene en el juego del Celta. Eso es al menos lo que desvelan las estadísticas oficiales de la Liga de Fútbol Profesional. En concreto, el canterano es quien más pases suma de todo el equipo celeste. Lleva 702 en lo que va de campeonato, lo que supone una media de 64 pases por partido.
Toni supera en este apartado a Andreu Fontás, que se sitúa como segundo en el escalafón de pases dados a sus compañeros, con 694; es decir, 58 por partido. Y tras el defensa central catalán aparece el lateral derecho titular, Hugo Mallo, con 657 pases. A cierta distancia del trío de cabeza se encuentra Borja Oubiña, con 579 pases.
Estos números convierten a los dos laterales, al central izquierdo y al mediocentro en la columna vertebral del Celta, que por el momento no ha sacado mucha ventaja sobre los rivales cuando su juego se desarrolla por las bandas. En ocasiones, los célticos realizan muchos centros al área del adversario, pero casi nunca encuentran rematador, por lo que los defensores se imponen con comodidad.
Abusar de una jugada que no inquieta a los rivales exaspera a la afición, que durante el partido contra el Rayo Vallecano expresó su disconformidad con Toni, al que silbó en varias fases del juego. El canterano protagoniza más del diez por ciento de los 6.434 pases que acumula el Celta en las trece primeras jornadas de Liga.
Por el otro costado, Hugo Mallo se ha convertido en el tercer pasador del equipo celeste, con apenas medio centenar menos de pases que su compañero Toni. El marinense, consolidado en esa posición desde que debutó hace cuatro temporadas con el primer equipo, posee mayor variedad de juego y se prodiga menos en los centros al área, donde el Celta apenas ha obtenido un par de goles en lo que va de temporada: uno de Charles, a centro de Krohn-Dehli, ante el Espanyol; y otro de Santi Mina, en San Mamés, a pase de Toni.
Decenas de centros, sin embargo, no han encontrado rematador, por lo que Luis Enrique intenta corregir errores y que sus laterales busquen otras alternativas cuando existen pocas opciones de que el centro encuentre el destino deseado.
Como ayer señalaba Álex López, "el parón liguero sirve para un poquito de todo. Cuando vienes de encajar una derrota, pues sirve para corregir errores que se están cometiendo y mejorar".
En este ejercicio no participaban otros jugadores que pueden ocupar los flancos de la defensa, como Bellvís, Jony y Aurtenetxe. Los dos primeros regresaron a primera hora de la tarde de Zaragoza, donde el miércoles participaron en el homenaje a Fernando Cáceres. El zaguero vasco se recupera de un esguince en el tobillo derecho.
Luis Enrique apenas dispuso ayer de una docena de jugadores para un entrenamiento que duró casi dos horas. Rondos de ocho y un partidillo a medio campo completaron una sesión en la que el técnico se centró en explicar a los dos laterales cómo atacar por las bandas y enviar centros con opciones para que los rematen sus compañeros. Busca así por las alas que el equipo remonte el vuelo.
Jaime Conde / Faro de Vigo
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