Charles, un delantero de rachas


Foto: LFP
Charles Dias llegó al Celta avalado por el gol, pero acompañado de la incógnita de su rendimiento en la máxima categoría. A sus 29 años el delantero brasileño en enfrentaba por primera vez a la exigencia de la máxima categoría, y con el peso añadido de ser el delantero centro de referencia del Celta. Mucha responsabilidad que en las primeras jornadas se sacudió a base de goles. Se estrenó ante el Espanyol, sumó ante el Betis, y en la cuarta jornada de Liga se convirtió en el primer futbolista en marcar en el Nuevo San Mamés. Una buena carta de presentación que, sin embargo no tuvo continuidad en las siguientes jornadas. El futbolista no volvió a ver puerta hasta seis partidos después, cuando participó de la fiesta goleadora en Málaga. Desde entonces han pasado otros tres encuentros, y Charles no ha podido incrementar su cuenta. En doce partidos suma cuatro goles y una asistencia, pero confía en ir a más.

«Tengo ganas de marcar, de ayudar al equipo», confesaba ayer el delantero céltico. Asegura que en su mente no está la palabra preocupación en lo que respecta al gol, «preocupación no es la palabra, tengo ganas de hacer goles ya para intentar ayudar al equipo, pero tengo 29 años y sé cómo va esto». Lo que también sabe el futbolista es cómo cambiar la dinámica: «Entrenando bien e intentando hacer bien las cosas».

Repasando la trayectoria de Charles Dias, surge la figura de un delantero de altos y bajos en su relación con el gol. La temporada pasada, cuando en 40 partidos fue capaz de convertir 27 tantos, haciéndose merecedor del trofeo al pichichi de Segunda, también padeció parones goleadores. Tras marcar en las dos primeras jornadas, y con un doblete incluido, se pasó seis partidos en blanco. Fue su período más largo sin celebrar un gol el curso pasado, mientras que su mejor racha coincide con la mejor de su carrera como profesional: ocho partidos consecutivos celebrando goles.

Con la camiseta del ascendido Almería, Charles vivió momentos dulces, como el hat trick al Racing de Santander con el que echó por tierra cinco partidos (316 minutos) sin conseguir ampliar su cuenta, que compensaron los más difíciles.

Desde que llegara al Pontevedra de Segunda en la temporada 2004/05, Charles ha ido creciendo de la mano del gol, aunque con agujeros negros de por medio. En el curso 10/11, ya en el Córdoba, llegó a estar trece partidos (659 min) sin marcar, su mayor sequía hasta la fecha, y a la que puso punto y final con un doblete ante el Rayo. El brasileño está curtido en mil batallas, y de ahí que ahora, en el Celta, no quiera echar sal a la herida del gol. «No me puedo venir abajo, soy un tío fuerte, si no, no estaría aquí».


El gol se busca

En el Celta Charles se ha convertido en el delantero de referencia. Solo se ha perdido un partido, mientras en los extremos se alternaban sus compañeros. Lejos de excusarse en la falta de balones, el brasileño señala que «si me están llegando balones o no, da igual, hay que buscarlos». Y es que lo que no es reprochable al futbolista es su trabajo. Se deja la piel en cada partido, aunque su esfuerzo no se traduce siempre en ocasiones. Sabe que los delanteros pasan rachas mejores y peores, y pisa tierra firme. «Aquí vamos todos a una, todos tenemos que dar un poquito más para que salgan las cosas». Él, mientras, ya espera su próximo gol.

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