![]() |
Foto: EFE |
No gustó la designación de Fernández Borbalán, el árbitro que permitió el gol de Jordi Alba en aquel Barcelona - Celta de la pasada temporada. El futbolista azulgrana anotó en claro fuera de juego e impidió que el equipo entrenado entonces por Paco Herrera tuviese alguna opción en el tramo final del partido. Pues bien, el colegiado internacional no defraudó en la noche de hoy. Anuló un gol por una falta de Charles a Valdés, totalmente inexistente, y no vio penalti de Song en la segunda mitad. En ambos casos, acciones bastante claras.
En la primera, señaló falta sobre Valdés, pero realmente hay una falta previa de Bartra a Charles, por tanto penalti, que empuja al jugador brasileño del Celta tras lo que este arrolla a Valdés. Obvió la primera acción y señaló la segunda. Curioso. En la segunda acción, el balón bota e impacta en la mano de Song, que interrumpe la trayectoria del balón con la mano extendida. Ninguna de las acciones cayó del bando céltico. Mala suerte. No se hablará de estas acciones en la prensa. Como el Barcelona es superior al Celta, entienden que ganaría igualmente. Y asunto terminado.
Pero los arbitrajes tendenciosos no solo se ven en las grandes decisiones, sino también, y quizás incluso más, en las pequeñas, aquellas que van minando y lastrando a los equipos durante un partido. Las faltitas en el centro del campo, las tarjetas amarillas que solo se enseñan a un equipo, los cambios de rasero en función del color de la camiseta. Es muy fácil arbitrar cuando se enfrenta un grande a un pequeño. Fernández Borbalán lo tiene clarísimo.
0 comments:
Publicar un comentario