![]() |
Foto: Denis Doyle |
El Celta visita al Atlético de Madrid en el peor momento posible, justo cuando el conjunto colchonero atraviesa su mejor momento de forma y persigue un récord que le podría llevar a hacer historia: El mejor arranque histórico de la Liga, actualmente en poder del Real Madrid con nueve victorias consecutivas en las nueve primeras jornadas de Liga. Pero con independencia de récords, luchas por lideratos u otras consideraciones, el rumbo del Atlético ha variado sustancialmente desde la llegada del "Cholo" Simeone al banquillo del conjunto capitalino.
El técnico argentino llegó al Manzanares dispuesto a imprimir a sus jugadores el carácter que portó en su etapa de futbolista, quizás excesiva en ocasiones, un saludo para Julen Guerrero, pero que, en definitiva, era una parte fundamental de su juego. Pero además, se trajo en su maleta una enorme carga de trabajo y competitividad. Armas que ya mostró en su etapa como jugador profesional, condición casi siempre indispensable para triunfar en el mundo del fútbol, pero que no siempre es fácil trasladar a los banquillos.
Simeone, junto a su equipo de trabajo, prepara de forma exhaustiva y minuciosa, todos y cada uno de sus partidos. Estudia a sus rivales, espiando sus características hasta el más mínimo detalle. Ha demostrado, además, ser un gran estudioso de la estrategia, el gran némesis del Celta, ese gran talón de Aquiles al que Luis Enrique pareció renunciar en la rueda de prensa del pasado sábado. Su gran arranque liguero no parece apartarles de la realidad, y hablan del "día a día", ese que pasa por el siguiente partido. Ese partido es el del Celta. No estaría de más que se despistasen, que se relajasen pensando que tras ganar al Madrid y al Porto, pueden ganar sin despeinarse. No estaría de más que por una vez, Simeone se quedase dormido.
0 comments:
Publicar un comentario