Costa contra Costas

Foto: Susana Vera

El Diego Costa que jugó en el Celta en la temporada 2007/2008 tiene poco que ver con el que ahora encabeza la tabla de goleadores de Primera División con diez tantos en ocho jornadas, ha aceptado la tentadora llamada de la selección española y ayer sentenció la victoria del Atlético con un doblete.

Llegó a Vigo cuando aún no había cumplido los 19 años y el tiempo, los partidos que acumula en sus piernas y su madurez personal y profesional han convertido a aquel polémico jugador cedido por el Atlético, que vestido de celeste ya dio muestras de su potencia y calidad, en uno de los delanteros de moda del fútbol europeo. El camino que Costa ya ha recorrido lo acaba de iniciar Costas. David confirmó ayer lo que se podía intuir en las últimas jornadas, que está muy tierno para la Primera División, algo por otra parte más que lógico a sus 18 años. Diego no tuvo piedad de él y convirtió su primer partido en un escenario único como el Vicente Calderón en una auténtica pesadilla.

David Costas tiene un enorme futuro por delante, pero el fútbol sólo entiende de presente o pasado más reciente y ayer no tuvo nada que hacer ante el delantero más en forma de la Liga. Durante la temporada que pasó en Vigo, Diego Costa llegó a asegurar que él era 'mejor' que Forlán y Agüero, que por aquel entonces formaban la exitosa pareja de ataque del Atlético. Lo que hace seis años podía parecer una bravuconada, hoy no lo es tanto. El brasileño es el 'alma' de este Atlético, tal y como afirmó tras el partido de ayer otro ex céltico y colchonero, Mario Suárez, que a su vez ejerció de pulmón del conjunto del 'Cholo' Simeone. Prácticamente no hay acción ofensiva del cuadro rojiblanco en la que no participe Costa, ya sea como conductor, asistente o finalizador. David trató de plantarle cara y lo dio todo en pos de su objetivo, pero a veces todo no es suficiente.

Yoel fue el héroe del partido en una primera parte en la que, por momentos, se convirtió en un muro para un Atlético que coleccionaba ocasiones. Y en esa serie de oportunidades el papel de Diego Costa fue protagonista. En el minuto 9 regaló medio gol a Villa que el asturiano no supo completar en uno y posteriormente se topó con un magnífico Yoel, que en el minuto 25 le paró un penalti cometido por Costas sobre Filipe y más tarde una volea dentro del área, justo antes de que el delantero brasileño, al alimón con Godín, aprovechase un pase de la muerte del lateral izquierdo para romper la resistencia celeste, personificada hasta entonces en su portero.

El festival del delantero hispano-brasileño tuvo continuidad en la segunda parte. Comenzó, como en la primera, con una magnífica asistencia a Villa que el 'guaje' no supo aprovechar y continuó con la acción del 2-0, en la que partió en carrera desde la medular, bajó el balón con el pecho, ganó a Costas en el cuerpo a cuerpo y batió a Yoel por debajo de las piernas. Calidad, potencia, fuerza, definición. Un delantero completo ante un central todavía por formarse. Seguramente, esta guerra tendrá nuevas batallas, pero la primera victoria parcial en este Costa contra Costas fue para el ex céltico.

Borja Barreira / Atlántico Diario