Cambia la defensa, se desata el ataque


Foto: Carlos Moret / EFE
En el peor momento de la temporada, con el equipo y su entrenador, Luis Enrique Martínez, contra las cuerdas después de cuatro derrotas consecutivas y siete partidos sin ganar, el Celta se levantó ayer en La Rosaleda para conseguir una de las mayores goleadas de su historia en Primera División. Luis Enrique optó por cambiar media defensa y algunas piezas en el centro del campo. El resultado, la portería a cero y cinco goles a favor, más de los que había marcado en los siete encuentros anteriores. El Málaga fue un juguete en manos del mejor Celta que se ha visto esta campaña.

MEDIA DEFENSA NUEVA
El Celta salió ayer al campo con media defensa diferente a la que había jugado los últimos encuentros. Luis Enrique dejó en el banquillo al central juvenil David Costas para dar entrada al argentino Gustavo Cabral y sentó también a Toni, uno de sus fijos hasta ahora, para colocar a Aurtenetxe en el lateral izquierdo. El equipo vigués apenas sufrió atrás y consiguió terminar sin encajar un solo gol por segunda vez esta temporada.

CAMBIOS OBLIGADOS EN EL MEDIO
Las ausencias de Rafinha, que cumplía sanción por acumulación de tarjetas amarillas, y de Krohn-Dehli, lesionado, obligaron al técnico a introducir también cambios en el centro del campo. Augusto Fernández recuperó su posición como interior junto a Álex López, mientras que Borja Oubiña volvió a actuar unos metros más adelantado, como ante el Levante. Los tres medios brillaron en La Rosaleda tanto en la recuperación como en la creación y Álex López firmó incluso un doblete.

CONTROL Y RECUPERACIÓN
Pese a los numerosos cambios, el Celta se mantuvo fiel a su estilo, tratando de sacar la pelota jugada desde atrás y buscando el área rival desde la asociación. Esta vez, además, el equipo vigués se mostró más agresivo que otras veces en la recuperación, sobre todo en el centro del campo, impidiendo así que entraran en juego los hombres más creativos del Málaga.

DOS GOLES EN VEINTE MINUTOS
El Celta se puso por delante en el marcador a los cinco minutos y a los veinte ya ganaba 0-2, circunstancia que contribuyó al crecimiento del equipo, mientras el Málaga se iba diluyendo.

CAMBIOS EN EL MÁLAGA
Schuster trató de cambiar la cara a su equipo con un doble cambio tras el descanso. Pedro Morales y Anderson entraron al campo en sustitución de El Hamdaoui y Camacho y el Málaga apretó a los vigueses en los primeros minutos de la segunda parte, pero fue un espejismo. El tercer gol del Celta, segundo de Álex López, en el minuto 63, sentenció el partido a falta de media hora para el final.

HEMORRAGIA GOLEADORA
Con el Málaga totalmente hundido después del 0-3, el Celta se gustó todavía más y olvidó toda la tensión acumulada en las siete jornadas anteriores. Nolito culminó un contragolpe con un disparo ajustado al segundo palo para hacer el 0-4 en el minuto 72 y, en el 80, Charles consiguió la 'manita' al rematar en boca de gol un buen servicio de David Rodríguez desde la derecha.

CAMBIOS COMO DESCANSO
Por primera vez esta temporada, Luis Enrique no necesitó realizar cambios para buscar un revulsivo o conservar un marcador. Con el encuentro decidido, Orellana entró en lugar de Santi Mina y, seguidamente, Madinda sustituyó a Álex López y David Rodríguez, a Augusto Fernández, todo ello con vistas al partido del próximo martes ante el Barça, al que el Celta llegará mucho más aliviado. 

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