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Foto: Juan Echeverría / Marca |
El estreno de San Mamés se convirtió en una ópera nocturna, en la que Athletic y Celta cantaron sin descanso para ofrecer un encuentro que, al menos, resultó divertido y emocionante de principio a fin. El equipo de Luis Enrique Martínez mostró que su extrema juventud posee dos caras, una positiva ?la generosidad en el esfuerzo? y otra negativa: un exceso de ingenuidad, especialmente en la parcela defensiva. El Athletic dominó el choque al ganar la batalla en el centro del campo, pero los vigueses pudieron incluso llevarse un punto jugando al contragolpe y si hubieran aprovechado mejor los regalos de los locales.
EL ONCE QUE HAY
No dispone Luis Enrique de una plantilla amplia, así que el once que sacó ayer es el que hay, con unas mínimas variaciones. Borja Oubiña recuperó su sitio en el pivote tras el partido de sanción y Fontás se retrasó al puesto de central. El técnico volvió a apostar por al canterano David Costas como compañero del catalán y Aurtenetxe no pudo jugar por la cláusula del miedo en su contrato de cesión.
UN ATHLETIC EN TROMBA
El equipo de Ernesto Valverde quiso agradar a su afición en el estreno de San Mamés y acorraló al Celta en los primeros minutos. Beñat y Ander Herrera ganaron claramente la partida a Rafinha y Álex López en el centro del campo, mientras Muniain y Aduriz revoloteaban amenazadores en todo el frente del ataque. A los 37 segundos, Iraola disparó por primera vez a la portería de Yoel.
ERIK MORÁN, EL BAJO
El Athletic dominaba el choque a placer hasta que Erik Morán dio un pase defectuoso en el centro del campo y Rafinha, listo y rápido, le arrebató el balón. El céltico avanzó unos metros y cedió la pelota a la derecha a Charles, que alojó el balón en la red ante la salida del guardameta Iago Herrerín y pasó así a la historia como el autor del primer gol en el nuevo San Mamés.
HUGO MALLO, EL BARÍTONO
Duró poco la alegría en las filas celestes porque, sólo cuatro minutos después, el Athletic empató por medio de San José, que se encontró un balón en los pies que Hugo Mallo le dejó al no poder despejar ni tampoco apartarse para que saliera por la línea de fondo. El encuentro volvía a empezar.
IAGO HERRERÍN, EL TENOR
En el capítulo de despropósitos destacó ayer Iago Herrerín. El portero del Athletic regaló un penalti al Celta al arrollar a Nolito dentro del área cuando el céltico no tenía opción ya de llegar a la pelota. Sin embargo, Charles devolvió el favor al guardameta y lanzó la pena máxima a las nubes en el minuto 26. En el 41, el propio Charles gozó de otra oportunidad tras un pase de Nolito, pero disparó desviado.
LA DEFENSA CELESTE, EL CORO
Después de una primera parte sin apenas sobresaltos, el Celta encajó dos goles casi seguidos en sendos errores de la zaga. En el primero, los defensas célticos se quedaron parados mientras Muniain dibujaba el pase de tacón a Iraola en la frontal del área. En el segundo, David Costas rompió el fuera de juego y Beñat se plantó solo ante Yoel para lo que parecía el punto final del partido.
VUELVE EL TENOR HERRERÍN
El Athletic dispuso de ocasiones para cerrar el choque ante un Celta ya desnortado, pero no las aprovechó y el portero local concedió una oportunidad más al Celta. Toni centró desde la izquierda y Herrerín salió a despejar de puños, pero Santi Mina, que había salido un poco antes en sustitución de Augusto Fernández, se adelantó y cabeceó a la red. Ahí terminó la noche en la ópera de San Mamés.
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