Un pésimo último recuerdo


Foto: EFE
El 16 de febrero de este mismo año, el Celta visitó por última vez el Coliseum Alfonso Pérez y el recuerdo no es en absoluto grato. No sólo por la clara derrota (3-1), sino por la imagen dada y porque este tropiezo precipitó la destitución, al día siguiente, de Paco Herrera como entrenador celeste y la consiguiente contratación de Abel Resino.

Llegaba el equipo vigués a aquel partido de la vigésimo cuarta jornada en puesto de descenso, con únicamente 20 puntos en su casillero, con sólo dos victorias en los anteriores 16 encuentros, tras dos derrotas consecutivas y acumulando cinco choques sin ganar. Aun así, el presidente, Carlos Mouriño, acababa de ratificar su confianza en Herrera tres días antes.

El partido fue terrible para los intereses celestes. Sin el sancionado Borja Oubiña y Natxo Insa de sustituto en el centro del campo, el equipo se rompió. Regaló goles y al descanso el marcador ya reflejaba el 3-1 final. Además, tras el partido, Herrera realizó una críticas declaraciones sobre Iago Aspas –'no está en la tierra, está en una nube y lo necesitamos'– que precipitaron el acuerdo del presidente Mouriño con Abel Resino al día siguiente sin marcharse de Madrid, aunque la comunicación al técnico saliente no llegó hasta el lunes.

El único jugador que guardará un recuerdo positivo de aquel partido es Santi Mina. El joven canterano debutó con el primer equipo y en la máxima categoría esa aciaga tarde, sustituyendo en el minuto 57 nada más y nada menos que a Iago Aspas. El ariete podría regresar mañana al escenario de aquel estreno, que no tuvo continuidad en juego con el primer equipo hasta esta temporada.

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