![]() |
Foto: EFE |
Antes de arrancar la Liga se generó un vivo debate en torno a la portería del Celta. Ha sucedido en los últimos veranos, siempre rondando las figuras de Sergio y Yoel, aderezado este año con la posible presencia de Rubén Blanco, en principio relegado al filial por Luis Enrique. El técnico asturiano optó por Yoel, que el año pasado salió cedido a Lugo, siendo Sergio el elegido por Herrera para, no nos olvidemos, ser el suplente de Javi varas en la portería celeste.
El primer partido no despejó excesivas dudas. Yoel cumplió, sin alardes. No realizó paradas de mérito, y poco pudo hacer en los goles. Fue un partido funcionarial, sin más, pero en la segunda jornada ha comenzado a justificar la decisión de Luis Enrique con un partido en el que mantuvo vivo a su equipo durante la primera mitad con paradas de verdadero mérito. Dejó evidente una vez más que es un gran portero en acciones de reflejos, y aunque volvió a quedarse demasiado debajo de los palos, lo que queda para el recuerdo son sus felinas intervenciones, especialmente una a un gran cabezazo de Paulao, y una no menos sencilla a un envenenado lanzamiento de falta de Verdú.
Yoel, por tanto, cerró el debate en la madrugada de ayer. Al menos de momento, porque el mundo del fútbol tiene una memoria bastante corta, y un mal partido bastará para volver a reabrir nuevamente esta cuestión. A su llegada a Vigo, el técnico asturiano aseguró que confiaba en lo que había, y que no era preciso fichar ningún portero de fuera. De momento lo está cumpliendo, y ellos están cumpliendo con él. Ayer Yoel lo hizo.
0 comments:
Publicar un comentario