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Foto: Jorge Landín |
A Luis Enrique Martínez le gusta ver desde las alturas los entrenamientos de su equipo con la finalidad de observar mejor los detalles tácticos. Hasta ahora era habitual ver al técnico siguiendo los partidillos desde la ladera del monte cercano al campo de hierba de A Madroa, pero desde ayer, ya cuenta con un puesto de observación junto al propio terreno de juego. Desde una tarima instalada en un andamio, Luis Enrique dirigió el entrenamiento matinal del Celta, que se desarrolló a puerta cerrada, como todos los que el conjunto celeste llevará a cabo antes del partido del próximo lunes contra el Espanyol.
El entrenador gijonés intercambió puntos de vista con el psicólogo Joaquín Valdés mientras observaba desde lo alto el encuentro que disputaron los futbolistas del primer equipo con varios componentes del filial celeste.
Fuente: Atlántico Diario
Fuente: Atlántico Diario
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