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| Foto: Marta G. Brea |
La firme apuesta del Celta por la cantera está encontrando respuesta en sus categorías inferiores. A Madroa no deja de dar sus frutos, el último de ellos David Costas, que con sólo 18 años se estrenó el pasado domingo en Primera División. Miembro de esa generación de juveniles que maravilló al celtismo la pasada temporada, con el ahora técnico del filial David de Dios al frente, este joven defensa vigués ya entrenó regularmente con el primer equipo la pasada campaña y disputó con el Celta B el 'play-off' de ascenso a Segunda B. Pero no paró ahí. Este verano fue citado por la selección española sub-19 y posteriormente se incorporó a la pretemporada con el primer equipo para quedarse. Luis Enrique lo convocó para los dos primeros partidos de Liga, adelantando en las preferencias del técnico asturiano a futbolistas como Andrés Túñez o Jonathan Vila, que hace apenas unos meses eran sus referentes, y en el Benito Villamarín alcanzó el momento soñado por cualquier proyecto de futbolista: su estreno en Primera División.
Ayer, de vuelta al trabajo en A Madroa, la timidez de David Costas no le impedía mostrar su satisfacción. 'La verdad es que fue uno de los días más felices de mi vida en cuanto a lo deportivo. Estoy muy contento por haber podido debutar, muy feliz, y a ver si esto va en progresión y el entrenador cuenta conmigo', aseguró el vigués, que se acordó de sus seres queridos cuando Luis Enrique requirió el domingo su presencia para saltar al terreno de juego: 'Se me vinieron a la cabeza la familia y los amigos que han estado apoyándome siempre, los que siempre han estado ahí. Las cosas están saliendo bien y espero que siga siendo así'.
David se quedó con la camiseta de su debut. La enmarcará para colgarla en su habitación como recuerdo de un momento que jamás olvidará. No en vano, se vio las caras con futbolistas que hasta hace un suspiro seguía a través de una pantalla. 'Rubén Castro es un grandísimo jugador al que he visto desde pequeñito en televisión. Me tocó marcarlo e intenté hacerlo lo mejor posible', apuntó Costas, consciente del camino que ha recorrido para llegar hasta aquí, la misma senda que debe seguir de ahora en adelante. 'Las cosas, con trabajo, van llegando. Poco a poco, ese trabajo está dando sus frutos y estoy muy contento y agradecido por el debut', apuntó.
Tras el estreno, llegaron las enhorabuenas, tanto de Luis Enrique como de sus compañeros. 'El míster me felicitó por haber debutado y dijo que estaba contento con el trabajo que había hecho, que siguiera así. Todos me vinieron a felicitar, los canteranos y los demás, todo el equipo. Les estoy muy agradecido', señaló el canterano, cuyo tren no para en el Benito Villamarín. Ahora, el objetivo de David Costas, a pesar de que aún está en edad juvenil y de que en principio va a tener ficha del filial, es convencer a Luis Enrique para que siga contando con él. 'Intentaré conseguir otra convocatoria con el primer equipo y si salgo al campo, trataré de hacerlo lo mejor posible', apunta el vigués. Y es que a este prometedor central no le asusta dar pasos de gigante. La pasada campaña jugó prácticamente todo el año con el juvenil de División de Honor, pese a entrenar muchas veces a las órdenes de Paco Herrera, puesto que Pichi Lucas no contó con él hasta los últimos partidos del filial, con el ascenso a Segunda B en juego. En el presente ejercicio, teóricamente su destino estaba en la categoría de bronce, pero él se muestra encantado con su momentáneo salto a Primera. El ritmo y el nivel de exigencia aumentan, pero es cuestión de acostumbrarse, dice. 'En cuanto a ritmo se nota mucho la diferencia, pero poco a poco y trabajando con el primer equipo intentaré estar al mismo nivel que los demás', remacha David Costas, el último fruto de A Madroa. O quizás sea mejor decir el penúltimo. Pronto debutará otro.
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