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| Foto: Lusa |
Sigue la polémica en torno a la última jugada del partido amistoso disputado por el Celta el pasado domingo en el Estadio de O Dragao de Porto. Nolito recibió cuatro patadas de forma consecutiva por parte de Kelvin, que al final logró que el jugador céltico cayera en sus provocaciones. En declaraciones a la prensa portuguesa, el progenitor del jugador brasileño justificó lo hecho por su hijo: "Fue un lance normal. No hubo madad", explicó.
Valdeveir Oliveira, que así se llama la criatura, explicó que su hijo "estaba marcando a Nolito y no fue por maldad. El no puede dejar a Nolito pasar con el balón y estaba centrado en el balón. El fútbol es un juego de contacto y es un lance normal", insistió, y remarcó que "si el árbitro entendió eso como falta, la falta también forma parte del juego. Incluso ni me acordaba de esa jugada", afirmó de forma sorprendente a Radio Renascença.
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