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| Foto: Lalo R. Villar |
La carrera de Abel Resino en el Celta no pasará a la historia, pero el técnico toledano puede presumir de haber alcanzado el objetivo para el que fue contratado, hace menos de cuatro meses, tras la destitución de Paco Herrera. En cambio, lograr la permanencia no le ha bastado para continuar una temporada más al frente del cuadro vigués, tal y como le sucedió la pasada campaña con el Granada.
Abel se ha convertido en un especialista en salvar equipos del descenso, pero también en un técnico efímero. De hecho, sólo ha sido capaz de completar una temporada ?desde la primera hasta la última jornada? en el Ciudad de Murcia, con el que debutó como entrenador en la campaña 2005/2006.
Desde entonces, su carrera como técnico se ha caracterizado por sus buenos resultados y por lo poco que ha aguantado en cada uno de los clubes en los que ha trabajado. Tras rozar el ascenso con el Ciudad de Murcia, Abel salvó al Levante del descenso en la temporada 2006/07, pero fue destituido en la séptima jornada del siguiente ejercicio. En la 2008/2009, tras una gran primera vuelta con el Castellón en Segunda, abandonó Castalia para guiar al Atlético de Madrid hasta la Liga de Campeones, pero volvió a ser destituido en la séptima jornada del curso 2009/2010.
Posteriormente, sustituyó a Antonio Gómez en el Valladolid y clasificó al conjunto pucelano para el 'play-off' de ascenso a Primera en la temporada 2010/2011 ?cayó en la primera ronda ante el Elche?, pero no renovó su contrato. La temporada pasada, ocupó el lugar del gallego Fabri en el Granada y logró la permanencia en la última jornada, pero sus negociaciones con Quique Pina para ampliar su contrato no fructificaron y abandonó la escuadra andaluza.
En la campaña recién finalizada, se ha repetido la historia. Abel Resino fichó por el Celta el pasado 18 de febrero, horas después de que el club vigués decidiese destituir a Paco Herrera tras dos temporadas y media al frente del conjunto celeste, tiempo en el que devolvió al equipo a Primera División. El toledano debutó en el banquillo celeste con un sufrido triunfo sobre sus ex del Granada (2-1), pero después enlazó seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria, lo que situó al Celta en una situación muy complicada en la clasificación.
Tras derrotar al Zaragoza (2-1) y al Levante (0-1), el equipo cogió algo de aire, pero perdió casi todas sus esperanzas tras empatar ante el Athletic (1-1) y caer contra Atlético (1-3) y Betis (1-0). Sin embargo, Abel Resino acabó alcanzando su objetivo de la permanencia tras dos milagrosas últimas jornadas en las que el Celta ganó a Valladolid (0-2) y Espanyol (1-0) y tres de sus rivales directos ?Deportivo, Mallorca y Zaragoza? pincharon. Sea como fuere, la salvación no ha sido suficiente para Resino. Un técnico de éxito efímero.
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