Paco Herrera, muy cerca del banquillo del Real Zaragoza


ALBERTO LIJÓ
El Real Zaragoza atraviesa un periodo de transición deportiva, y quién sabe si gestora, en el que va a comenzar a dar sus primeros pasos con el fin de crear un proyecto que devuelva al equipo a la élite del fútbol nacional. Como no puede ser de otra manera, la figura del entrenador debe ser la primera en certificarse. Manolo Jiménez parece haber acabado su etapa en el conjunto aragonés tras conseguir una salvación milagrosa en su primera temporada, y mandar al equipo al más absoluto ostracismo en la segunda, en un evidente desborde de inoperancia que superó por completo al técnico natural de Arahal.

Agapito y Carlos Bucero, representante de Jiménez, negocian desde hace unos días un acuerdo satisfactorio para ambas partes que desemboque en la salida del entrenador. El siguiente paso apunta hacia Paco Herrera. El Real Zaragoza ha puesto sus miras en el entrenador catalán para que sea quien dirija al equipo blanquillo la próxima temporada.

Herrera es un técnico de 59 años nacido en Barcelona, que destaca por su sobriedad y normalidad. Con un amplio y contrastado bagaje en la categoría de plata del fútbol español, en la que ha dirigido a equipos como el Albacete, Recreativo de Huelva, Castellón, Villarreal B o Celta de Vigo –conjunto este último con el que consiguió un ascenso-; esta temporada tuvo la oportunidad de vivir su primera experiencia en Primera Divisón hasta que fue destituido del Celta a mediados de temporada.

El entrenador catalán ha desarrollado otras funciones en el mundo del fútbol como la de segundo entrenador, puesto con el que ganó una Champions League y una Supercopa de Europa en el Liverpool de Rafa Benítez, y la de secretario técnico, cargo que ocupó durante tres años en el Espanyol. También sumó catorce años de trayectoria como jugador.

Paco Herrera basa su juego en un buen trato de balón acompañado de verticales y rápidas contras. Su estilo siempre trata de salir jugando desde atrás y de dar continuidad a esa pauta desde el centro del campo. Tiene claro que el esférico es clave. Además es, sin duda, un hombre de cantera, y así lo ha demostrado con hechos en cada uno de los clubes que ha estado. Se impregna y conoce a la perfección las categorías inferiores de sus equipos y no tienen ningún reparo en darles oportunidades en el primer equipo.

En el Celta de Vigo, su último club, evidenció esta faceta trabajando y creando futbolistas de Primera como Hugo Mallo, Roberto Lago, Tuñez o el excelso Iago Aspas, a quien hizo explotar colocándolo como delantero, algo que no había hecho con anterioridad ningún entrenador.

El sosiego y tranquilidad que impondría Herrera en un club que atraviesa una etapa convulsa, su experiencia y conocimiento de la categoría, más su gran trabajo de cantera en una época de penurias económicas para la entidad aragonesa; serían los principales valores que aportaría la llegada del técnico catalán al club por excelencia de la capital del Ebro.

0 comentarios:

Publicar un comentario