Colas de hasta tres horas para abonarse

@rvaamonde

Si los primeros celtistas que renovaron sus abonos lo hicieron de casualidad y sin espera el viernes, ayer el panorama en Balaídos era bien distinto. Las inexistentes colas matutinas dieron paso por la tarde a una masificación de aficionados, quedando incluso personas sin atender una vez finalizado el horario.

Los más afortunados se dieron de alta o renovaron tras estar hasta tres horas esperando. «Llegué a la cinco y me tocó el turno poco antes de las ocho, toda la tarde. Dieron unos papeles a los últimos que iban a atender en cada cola para que los demás no perdieran más tiempo», explicaba Alexandre Pérez justo después de tener en sus manos su nuevo carné. Antes de eso, más de uno ya había desistido y se había marchado. «La gente estaba bastante cabreada. Nadie imaginaba que fuera tanto tiempo. Podrían abrir más de dos taquillas», decía en referencia a las que habilitaron para renovaciones. A esto se sumaban tres personas para altas en la Oficina de Abonados.

«Había personal que no está habitualmente, quizás para facilitar los trámites», decía Iván Pérez, de Preferencia Celeste, más comprensivo con la situación. «Avanza muy lento, pero es algo inevitable. Nosotros lo llevamos bien, charlando para pasar el tiempo», comentaba aún desde la fila en el momento en que cumplía dos horas allí.

Para Miguel Vila, la situación era «indignante». «Levamos desde las 17.30 y por poco nos quedamos sin que nos atiendan», lamentaba.

Algo similar se vivió el año pasado por estas fechas cuando, tras el ascenso, la respuesta del celtismo a la campaña de abonados fue también masiva.

Miriam Vázquez Fraga / La Voz de Galicia