El Celta no solo se juega en dos semanas sus opciones de continuar en Primera División. También está sobre el tapete seguir acelerando un plan de saneamiento que le coloca como uno de los clubes con menos deuda del fútbol español (se prevé que 14 millones a 30 de junio). De consumarse el descenso, la entidad viguesa dejaría de ingresar unos 25 millones de euros atendiendo únicamente a las principales partidas y tomando como referencia lo percibido esta temporada en Primera y la anterior en Segunda.
La deducción es sencilla. Atendiendo al volumen de negocio de las dos últimas campañas, hay una deferencia de 25 millones de euros. El presupuesto de este año contemplaba 32,6 y el real de la última temporada en Segunda se quedó en 7.695.029,60 euros.
La principal diferencia aparece en el apartado televisivo. En Primera División y después del acuerdo con Canal Plus, el Celta tiene consignando un ingreso para este curso de 23.145.000 euros, mientras que en la categoría de plata recibirá 21 millones menos. En la temporada 11/12, la del ascenso, en sus cuentas constan 2.165.000 euros.
En el apartado de abonados también se hace palpable del desfase. En el doble prácticamente. Mientras este año están consignados 3,5 millones de euros por este apartado, en Segunda, y en un curso en donde se recuperó el celtismo, el registro se quedó en 1.764.728 euros. Parece muy difícil que en caso de volver a caer el club sea capaz de mantener una masa social de más de 22.000 abonados.
El mismo porcentaje de una reducción del 50% afectará a los ingresos que el club computa en su cuenta de resultados como comercialización y publicidad, que se había disparado desde el cambio de categoría al pasar de 2,4 en Segunda a 4,5 en Primera.
Del mismo modo se verán afectadas partidas menos significativas como los ingresos por ventas de material deportivo en las tiendas oficiales del club (de 600.000 euros a 400.000) y por competiciones y participaciones en apuestas, concepto que solo se verá mermado en unos 100.000 euros (de 1,4 este año a 1,3 en plata).
De un modo paralelo, el Celta también aligeraría el capítulo de gastos, especialmente en el epígrafe destinado a personal. En la temporada del ascenso el club se gastó 9,5 millones en personal y en la élite le inversión se disparó a los 16,5. De ellos 12 fueron destinados para pagar a la primera plantilla.
En caso de consumarse, la principal novedad con respecto al descenso del año 2007 para el Celta sería la existencia de un seguro de descenso que se puso en marcha en la temporada 2010/11.
El ejemplo del Hércules, que descendió al año siguiente de ascender, puede servir de guía para el conjunto vigués en caso de consumarse el drama. Los alicantinos recibieron siete millones por el seguro del descenso. A los vigueses le corresponde en teoría una cantidad similar.
En el 2007 el Celta había tenido derecho a una ayuda de tres millones de euros, que no obstante, tenía que devolver cuando regresase a la élite.
Este ingreso se podría ver acompañado de la venta de jugadores, como la de Iago Aspas, aunque por una cantidad menor a la cláusula de 10 millones.
Por otra parte, el convenio concursal no se vería afectado por el cambio de categoría, ya que en el plan de viabilidad está contemplado un hipotético escenario de Segunda División. Para la temporada 2013/14, el pago previsto asciende a 1,3 millones de euros, una cantidad asumible de inicio por el club.
Porque la situación, aunque sería dolorosa en el plano deportivo, no supondría riesgo alguno en lo económico.
0 comments:
Publicar un comentario