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RICARDO GROBAS |
Gustavo Cabral no titubea. Tiene claro que quiere cumplir el año de cesión que le queda en el Celta aunque el equipo acabe con sus huesos en Segunda. El jugador está contento en el club pese a haber perdido protagonismo en la segunda vuelta y su familia encantada de residir en Vigo. «Me queda un año más de cesión, así que esperemos seguir ese año aquí», comenta sin pestañear el central argentino al ser preguntado sobre su futuro.
¿Estaría dispuesto a jugar en jugar en Segunda? «Sin duda. El tema de conversación siempre con la familia es que va a pasar en el futuro, pero por suerte mi señora aquí está súper cómoda y mi niño también se ha adaptado muy bien a la ciudad y la verdad que si es por ellos me quedaría», explica ante de introducir un pequeño matiz: «Hay muchas situaciones que hay que barajar, pero ojalá podamos seguir estando en Primera que sería lo ideal».
De entrada, se niega hasta a escuchar posibles opciones. «Solo estoy pensando en el Celta, si me vienen con algo, oídos sordos. Solo pienso en salvar al Celta, que es el escudo y la camiseta que estoy defiendo ahora y sería una falta de respeto que vengan otros equipos o estar hablando con ellos».
Gustavo Cabral llegó el pasado verano al Celta en calidad de cedido por el Arsenal de Sarandí argentino, aunque en realidad el futbolista pertenece a MP Sports, un fondo de inversión. El Celta, con el 100% de sus derechos federativos, se hizo con sus servicios por el espacio de dos años, con otros dos opcionales cambio de una ejecutar una cláusula de compra de 1,1 millones. Si continúa, el Celta ya cuenta con cuatro centrales para el próximo curso: Vila, Túñez, Samuel y Cabral.
Gustavo Cabral comenzó como un fijo en el centro de la defensa, jugó toda la primera vuelta y ahora casi ha desaparecido del mapa. No juega como titular desde principios de abril ante el Rayo Vallecano y su última comparecencia data de la visita al Levante (18 minutos) cuatro partidos atrás.
El argentino asume la situación sin hacer ruido -«no es agradable para nadie, por eso hay que apoyar al compañero que esté en todo momento para que entre lo mejor posible»- y tampoco le busca explicaciones: «Es una decisión que toma el míster y hay que respetarla. Uno como jugador lo único que le queda es seguir entrenando. El entrenador no me ha comentado nada, pero yo tampoco pido explicaciones ni cuando me pone ni cuando me saca. Esa es la realidad y solo queda entrenar».
No obstante, considera que no le han ayudado en nada los partidos en los que tuvo que jugar como mediocentro: «Me he sentido muy incómodo jugando en el medio campo. Lo había hecho con el Rayo cuando me expulsaron, y la última vez fue contra el Osasuna y no me sentí cómodo para nada, sabía que si el míster en ese momento me necesitaba ahí iba a aportar lo mío, pero no es lo mismo que si fuera de central. He agarrado un poco de experiencia en ese sentido pero no me he sentido para nada cómodo».
De cara a Valladolid, aunque Vila deba cumplir ciclo, recuerda que Demidov y Samuel también tienen opciones.
Xosé Ramón Castro / La Voz de Galicia
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