En esta Liga bipolar en la que arrasan temporada tras
temporada los dos colosos del fútbol mundial –con permiso este año del Atlético
de Madrid-, ganar un partido a Barcelona o Real Madrid resulta casi misión
imposible. Pero es que hacerlo dos veces, parece toda una quimera. A ese sueño
se agarra el Celta, que ya hizo morder el polvo a los de Mourinho en la Copa
del Rey, para cuanto menos puntuar ante un equipo que llega en fase crucero al
municipal de Balaídos. Los blancos vienen de completar su semana fantástica, en
la que vencieron por partida doble al Barcelona y derrotaron en Old Trafford al
Manchester para colarse en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Muy
lejos del líder en el torneo doméstico, el vigente campeón se toma la
competición como un área de descanso donde repostar gasolina para los
compromisos venideros. De esa falta de motivación y de las rotaciones que
planea Mourinho intentarán aprovecharse los de Abel Resino, conscientes también
de que su verdadera final es el próximo viernes en Riazor, pero reacios a dejar
pasar la oportunidad de poder arañar algo en un encuentro en el que la derrota
entra dentro de lo previsible.
El técnico toledano
ha convocado a sus 20 futbolistas disponibles a la espera de
realizar dos descartes en las horas previas al choque. A los lesionados Hugo
Mallo y Samuel Llorca se ha unido en los últimos días Natxo Insa, quien sufre
una microrrotura fibrilar. En el lado opuesto, Roberto Lago ha recibido el alta
y apunta al once en el duelo de esta tarde. Una alineación que, como ha
reconocido el propio Resino, podría sufrir alguna variación. Quiere el nuevo
preparador celeste mitigar los efectos de un calendario apretado en la próxima
semana y tratará de variar algunas piezas ser competitivos tanto en casa frente
al Madrid como en A Coruña ante el Deportivo. Por ello, es posible que Michael
Krohn-Dehli regrese a la titularidad en detrimento de Bermejo e incluso De
Lucas podría tener su oportunidad, aunque parece menos probable. Quien puede
quedarse de nuevo en el banquillo es Andrés Túñez, por lo que Cabral y Demidov
volverían a repetir como centrales.
Así pues, el Celta
saltaría al campo con Javi Varas en la puerta y una línea de cuatro comandada
por el argentino y el noruego con Jony y Roberto Lago en los carriles. Oubiña y
Álex López repetirían en el centro del campo con Augusto Fernández, Orellana y
Michael Krohn-Dehli en zona de tres cuartos. Arriba, apercibido de sanción (si
ve una amarilla se perdería el derbi), un Iago Aspas deseoso de mostrar su calidad
ante un rival de enjundia.
Mientras, el Real
Madrid aterrizó en Vigo con la cabeza en otro sitio. Hace tiempo que la Liga
parece imposible para los blancos y después de completar una semana de ensueño
tanto en Copa como en Champions, el partido ante el Celta aparece en el
calendario con un evidente carácter irrelevante. Tanto es así que Mourinho
prepara rotaciones en un equipo que en las próximas semanas debe centrar todas
sus fuerzas en alcanzar la final de la Copa de Europa. Por eso, futbolistas
importantes como Ramos, Varane o Coentrao se han quedado en Madrid. También Di
María y Casillas, aunque éstos de forma obligada a causa de sendas lesiones.
Se esperan pues
rotaciones en un equipo que afronta el partido en el mejor momento de la
temporada. Diego López estará en portería, custodiado por una defensa llena de
novedades con Arbeloa, Pepe, Carvalho y Marcelo. En el centro del campo, Essien
y Modric saldrán de inicio para dar algo de descanso a Khedira y Xabi Alonso.
Lo mismo ocurre con Kaká en la mediapunta, habitual demarcación de Özil, y
Benzema en la delantera, donde viene actuando Higuaín en los últimos partidos.
Completarían el once Callejón en el costado diestro y Cristiano Ronaldo,
posiblemente el jugador más en forma del mundo a día de hoy, en el perfil
izquierdo.
Estrada Fernández,
colegiado catalán, dirigirá un choque de objetivos contrapuestos en un Balaídos
que rozará el lleno. El Real Madrid, sin demasiado ya que hacer en Liga,
tratará de mantener su buena dinámica y solventar un partido que no fue capaz
de ganar en Copa. El Celta, por su parte, sueña con repetir la hazaña lograda hace
no demasiado y dar un gran paso hacia una salvación de la que se jugará muchas
papeletas el próximo viernes en casa de su eterno rival. El reto es difícil.
Ganar dos veces al Real Madrid en menos de tres meses no es algo que resulte
sencillo, pero en el fútbol nunca se puede renunciar a nada. El camino quedó
marcado en diciembre. Toca repetirlo.


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