Iago Aspas no se perdía un partido desde febrero del 2012

Aspas, junto a Yoel, presenciando el Celta - Almería del pasado curso (Foto: Trixie) 

Hace más de un año que Iago Aspas no se pierde un partido. Su última incomparecencia data del 26 de febrero del 2012 cuando no jugó ante el Almería en un épico partido que acabó con 4-3 para el Celta. Entonces estaba sancionado por acumulación de tarjetas. Por decisión técnica, no había saltado al Nuevo Arcángel a finales de enero en un partido que terminó con 0-0 ante el Córdoba. Estaba en el banquillo.

En total a lo largo de la temporada pasada Iago Aspas no jugó siete partidos y en ninguna de sus ausencias perdió el Celta: Cinco triunfos y dos empates es el bagaje reciente celeste sin el moañés. Porque al margen del triunfo sobre el Almería, el cuadro celeste también sacó adelante las citas con el Alcoyano (0-3), Guadalajara (2-0), Numancia (0-2) y Murcia (1-3), empatando sin goles en Córdoba y haciéndolo por 1-1 con el Valladolid en Balaídos. En total 17 puntos de 21 posibles.

La gran diferencia es que entonces el equipo estaba en Segunda y hasta el ecuador del campeonato Iago Aspas no era un jugador tan determinante. Sin embargo unos meses después por el moañés pasa todo el fútbol de ataque del Celta, de ahí las dudas de cómo pueda responder el equipo durante su ausencia.

Titular en los 28 partidos

En esta Liga Iago había sido titular en los 28 partidos disputados hasta la fecha, aunque ha sido relevado en 15 de ellos. La estrella celeste ha tomado parte activa en 16 de los 27 goles que ha marcador el cuadro vigués hasta la fecha. Diez de ellos son de su autoría y en otros seis se convirtió en asistente. En los dos últimos cursos solo se ha perdido dos encuentros consecutivos en un par de ocasiones. Sucedió en el arranque de la temporada del ascenso y se repitió en las jornadas 18 y 19 entre diciembre y enero. En Primera vivirá una situación inédita a partir de la próxima semana. Por verse fuera del once y por estar abocado a presenciar los partidos desde la grada.

Xosé Ramón Castro / La Voz de Galicia