Gracias Iago


CABALAR - EFE

No sé si leeras esto Iago, ni quién leerá esto, pero aquí tienes a un celtista (igual que tú, supongo) al que pegaste un puñetazo en el corazón ayer por la noche.

Ayer te autoexpulsaste, condenando alelta a perder el partido, perder 3 puntos y acercarse más al descenso. Y no sólo eso, a perder a su mejor jugador durante algunos partidos, todo por una estúpida acción propia de un benjamín. Gracias, Iago.

Una vez más, el gran Iago Aspas, el salvador de Alavés, el diablo de Moaña, volvía a hacer de las suyas. Pero no un golazo o un regate asombroso, si no una autoexpulsión sin sentido. Quizá por tu cabeza pasaron las miles y miles de personas a las que quitaste la ilusión de verte al fin en un derbi brillar por luz propia, esas caras tristes y aborrecidas que veían como su ídolo se iba camino de un oscuro pasillo a darse una fría ducha.

Supongo y espero, que en ese momento, tu burbuja estalló. Que quizás Paco tenía razón, que tenías que bajarte de la nube. Que negarle el saludo a un chavalín de 17 años al hacer su debut estuvo mal, que te necesitábamos en el campo, ahora y siempre, porque eres gran parte del equipo.
Es la hora del cambio Iago. Quizá hayas arruinado tu último derbi como jugador celeste, saliendo por la puerta de atrás, y lastrando al Celta. Ahora, si quieres vete a otro equipo, cómo te aconsejó Oubiña, o madura de una vez ante la cruda realidad, apartáte de los elogios y trabaja, mejora y sobretodo, madura como nunca lo has hecho, porque sí, has caído, pero puedes volver renovado, centrado y con más fuerzas, ganas y positivismo que nunca.

0 comments:

Publicar un comentario