ALBERTO LIJÓ |
Febrero ha comenzado mal para el Celta, ya que la derrota ante Osasuna le ha hecho probar el sabor de los puestos de descenso por segunda vez esta temporada.
Gustavo Cabral controla un balón ante Roberto Soldado en el choque ante el Valencia de la primera vuelta.
Los de Herrera, sin embargo, tienen que rehacerse cuanto antes y tratar de sumar el mayor número de puntos posibles durante el mes porque tras él le esperará un terrorífico marzo, en el que tendrán que visitar el Sánchez Pizjuán y Riazor y en el que recibirán en Balaídos a los todopoderosos Real Madrid y Barcelona. Para echarse a temblar.
Los compromisos que restan en este mes de febrero parecen mucho más asequibles, aunque el primero de ellos, el de este sábado, tampoco resulta fácil. Visita Vigo el nuevo Valencia de Ernesto Valverde, que ha iniciado su escalada con la llegada de su nuevo técnico. Una semana después, el Celta visitará Getafe. Los celestes ya derrotaron a los madrileños en Balaídos y esperan sacar algo positivo en este compromiso. Febrero se cerrará con una auténtica final ante el Granada en casa. El reforzado equipo de Lucas Alcaraz, que doblegó el pasado sábado al Real Madrid en Los Cármenes, pondrá a prueba las opciones de permanencia de los celestes.
El temible mes de marzo comienza con una visita al Sevilla, un equipo que con Emery quiere recuperar el terreno que perdió en la etapa de Míchel como entrenador.
Los dos partidos que jugará ese mes el Celta en Balaídos serán, posiblemente los más complicados. Y es que por el estadio vigués pasarán primero el Real Madrid y después el Barcelona. A pesar de que el pulso liguero entre ambos ya no existe, los de Paco Herrera se pueden hacer a la idea de que sumar será una tarea muy complica.
Entre estos dos partidos, el Celta visitará al colista, el Deportivo. Quizás este derbi sea un oasis en el duro mes de marzo.
Miguel Román / Atlántico Diario
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