Orellana adelanta la primavera

MARTA G. BREA

El celtismo se levantó esta mañana con una de esas noticias que te alegran la jornada. Fabián Orellana vuelve al Celta. El ‘jugón’ chileno, que no ha triunfado durante esta temporada en Granada, regresa a Vigo en una operación que merece un aplauso para el club y, debido a su maravillosa trascendencia en el ascenso, supone un refuerzo de extraordinaria calidad para el equipo de Paco Herrera. Parecía imposible y casi todo el mundo deseaba verle de nuevo en Balaídos con la camiseta céltica. Finalmente, ya está aquí.

Orellana fue una pieza básica del Celta, sin desmerecer al resto de componentes de un grupo fabuloso, durante la campaña 2011-2012 por su talento ofensivo. Rápidísimo, extremadamente habilidoso y con una enorme facilidad goleadora, el ‘19’ firmó múltiples jugadas que todavía ocupan las retinas celestes. Cuando cogía la pelota en campo contrario podía pasar cualquier cosa por su capacidad para desquilibrar a los rivales y asociarse con otros compañeros en busca de la gloria. Muy querido por el vestuario e implicadísimo con la camiseta celeste, el futbolista chileno contribuirá desde muy pronto a la permanencia de los nuestros.

No estará en Pamplona, pero, a buen seguro, frente al Valencia será un incordio para los chicos de Valverde. La grada ovacionará su presencia y él responderá con todo ese repertorio que tiene para aumentar las opciones deportivas de un Celta inteligente en este mercado de invierno. Aportará gol, calidad técnica y compromiso para que el celtismo celebre otro fiestón en junio. Su llegada constata aquello de que uno nunca puede rendirse. Orellana adelanta la primavera. Disfruten del espectáculo.