Treinta y siete jugadores disputaron al menos un minuto de Liga con el Celta en la Temporada 2007/08. Fue una campaña compleja, la primera de la recién finalizada etapa en Segunda, marcada por los problemas económicos de un club también a la deriva en lo deportivo y que entregó el equipo a cuatro entrenadores diferentes en 42 jornadas: Hristo Stoichkov, Juan Ramón López Caro, Antonio López y Alejandro Menéndez. En medio de aquel caos, un puñado de jóvenes futbolistas trataban de abrirse un camino en el fútbol profesional. Entre ellos, tres jugadores que el seleccionador nacional, Vicente del Bosque, tiene hoy muy en cuenta: Mario Suárez, Miguel Pérez Cuesta 'Michu' y Iago Aspas.
Mario es la gran novedad en la expedición de la selección española que ayer viajó a Qatar para medirse mañana en un amistoso a Uruguay. El madrileño, de 25 años, sustituyó en el último momento al lesionado Xabi Alonso.
Debutó en Primera con el Atlético, de la mano del argentino Carlos Bianchi, cuando apenas había estrenado la mayoría de edad. Posteriormente, fue cedido al Valladolid –con el que subió a Primera– y al Celta. Llegó a Vigo con apenas 20 años y jugó 26 partidos de Liga, sólo 12 como titular. Posteriormente, dos buenos años en el Mallorca le permitieron regresar al Atlético, donde cumple su tercera campaña en compañía de otro miembro de aquel Celta de la 2007/08, el díscolo brasileño Diego Costa. 'Cuando me lo han dicho, no me lo creía. Veníamos en el autobús, hemos puesto la radio y cuando lo hemos escuchado me han aplaudido todos los compañeros', explicó el madrileño tras el partido del domingo ante el Betis. 'Siempre he dicho que para mí era un sueño ir a la selección', añadió.
Fue aquella una campaña de malos resultados, pero también de buenas oportunidades. Fueron muchos los futbolistas del filial que debutaron con el primer equipo. Entre ellos, Michu, quien cerró su etapa en Segunda B el día que Antonio López se hizo cargo del Celta. Jugó 14 partidos y marcó un gol, al Granada 74 en Motril. Desde entonces, no ha dejado de crecer. Hoy, es uno de los máximos goleadores de la Premier con el Swansea galés y Vicente del Bosque ha dejado entrever que contará con él en citas venideras. 'No tengo ningún problema por no haber sido convocado y no me decepcionó no ir', señaló el asturiano en Gales tras quedarse fuera de la última lista del seleccionador, a la vez que destacó que 'es difícil entrar en el mejor equipo del mundo'.
Mucho menos protagonismo tuvo aquella temporada Iago Aspas, futbolista de la generación del 87 –como Mario, Michu es del 86– que tardó más que otros en poner los dos pies en el primer equipo. En cambio, siempre recordará la temporada 2007/08 porque en la penúltima jornada de la misma debutó con el Celta. En Salamanca y bajo la responsabilidad de Alejandro Menéndez. Cuatro años y medio después, Aspas es una de las revelaciones de Primera. Atrás quedan sus dos goles al Alavés en 2009 –que evitaron el descenso y posible desaparición del Celta– y los 23 con los que condujo al equipo al ascenso el curso pasado.
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