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| DIEGO PÉREZ |
El partido de mañana será especial para dos integrantes del Celta con reciente pasado en el Granada. Lo será par Abel Resino, que entrenó al conjunto nazarí la pasada temporada, y lo será especialmente para Fabián Orellana, quien militó en el conjunto granadino en la Temporada 2010-11, y en la primera vuelta de la presente temporada. No tuvo buenas experiencias Orellana en Los Cármenes. En su primera etapa, a pesar de lograr el ascenso siendo un jugador decisivo, su relación con la prensa local y con su entrenador, Fabri González, no fue la mejor. El Granada lo cedió al Celta, donde triunfó y recibió el cariño que le faltaba en tierras andaluzas.
Su contrato le obligó a regresar a Granada, donde solo fue titular las primeras jornadas, hasta que se cumplió la sanción de Dani Benítez, volviendo al banquillo y llegando a quedarse fuera incluso en alguna convocatoria. La afición granadina no le perdonó que el chileno prefiriese estar en Vigo y tampoco lloró cuando fue traspasado al conjunto vigués. En Granada no encontró cariño, no logró triunfar realmente, y en Vigo tiene la oportunidad de demostrar que merecía más minutos y oportunidades.
Esta mañana, Roberto Lago recordaba en sala de prensa que será un partido especial para el chileno: "Él estuvo allí, los conoce bien y querrá hacerlo bien y demostrar que allí podría jugar todos los partidos. Es un encuentro en el que está muy motivado, aúnque siempre sale a dar lo mejor", recordó el lateral zurdo céltico, uno de los grandes amigos de Orellana en la plantilla, junto con Iago Aspas y Hugo Mallo. Su concurso será vital para el Celta, su motivación en este choque especial puede ser muy beneficiosa para el conjunto de Abel Resino, que busca dar la vuelta a la preocupante situación clasificatoria, y sus ganas serán determinantes. Orellana puede demostrar mañana que vale mucho más de lo que creen en Granada.
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