Formas de encarar una crisis

MANUEL MARRAS

Celta y Deportivo viven este año situaciones similares. Cierto que la del Deportivo es bastante más apurada, porque se une además una grave crisis económica que pone en peligro el futuro de la entidad, pero la realidad deportiva no es muy diferente, con ambos equipos separados por apenas cuatro puntos y en idéntica situación de puestos de descenso. Sin embargo, la forma en la que están gestionando ambos clubes y sus respectivas aficiones esta situación es bien diferente. 

En Vigo hay una clara y decidida apuesta por la calma, excesiva para algunos, pero que ha traído una estabilidad que no tenía el club no hace mucho. Esta semana, el Presidente Mouriño acudió a un entrenamiento para apoyar a la plantilla y al cuerpo técnico. Lo mismo hizo la afición, que se desplazó a A Madroa para mostrar su apoyo al equipo. En A Coruña acudieron a insultar a sus futbolistas al primer entreno de la semana, e hicieron lo propio ayer en el choque ante el Granada, que terminó con derrota local (0-3) y que sería la antesala de unos feos incidentes protagonizados por una serie de aficionados al término del choque que obligaron a la Policía a cargar para contenerlos. 

Los futbolistas fueron insultados al término del encuentro, y Domingos Paciencia protagonizó un ridículo importante poniendo su cargo a disposición del club, siendo convencido por el mismo Lendoiro para continuar al frente de una nave que parece irse a la deriva. No hubo incidentes a la salida de Balaídos. Nadie esperó a los jugadores para insultarlos ni la policía tuvo que hacer acto de presencia para evitar males mayores. La estabilidad es necesaria, también la crítica  por supuesto. De hecho, Herrera puso en liza ayer un equipo más lógico. No se ganó, pero hay confianza en que se puede salir de esto, que el único camino es este y no el de la pedrada y el insulto. Son distintas formas de encarar una crisis. Sorprende que la autodenominada "mejor afición de España" se equivoque de esta manera. Luego, el fútbol pondrá a cada uno en su sitio, pero parece que la cordura es un ingrediente más sano que la locura.