Carta de un Tonto de las Pelotas


JESÚS DE ARCOS



Santiago de Compostela
18 de Febrero de 2013
10:32 A.M



Estimado y muy querido Presidente Mouriño Atanes:

Esta misiva pública es sobre todo para darle las gracias .Gracias por devolverme a la realidad mezquina y mundana sobre el fútbol actual. Asumo que la culpa es mía, por confiar en que las cosas habían cambiado, por creerme y creerle que eramos un club diferente a los demás. Un club que se ordenaba en torno a un modelo distinto al del resto de la liga: que era la cantera lo que prevalecía  y que finalmente llegaba a este club la instauración del modelo inglés. Creía honestamente que nos diferenciabamos el resto de la muy  aburrida y mundana liga de primera división porque éramos algo diferente en lo concerniente a nuestra política deportiva. Gracias por devolverme a la mezquindad, al resultadismo y a la la miopía futbolística. 

Insisto en que creo que la culpa sido mía por ser un bobalicón crédulo. Por creerme todo aquello que usted nos dijo una vez: que debíamos cambiar,  que teníamos un modelo completamente diferente, que nuestro entrenador no estaba sujeto a los resultados, que usted confiaría en Herrera incluso sí volvíamos a segunda división porque él sería el encargado de liderar el proyecto que nos devolvería a la máxima categoría. Y yo como un bobalicón me lo creí. Quiero decir que le creí a usted. Lamento enormemente haberme equivocado.

Pero voy a justificarle, porque probablemente aparte de su reconocida buenahombría ha sido usted víctima no de sus palabras sino de quienes le rodean. Y no con ello me refiero su consejo de administración.  Me refiero a algunos elementos del vestuario y a esa parte de la afición nerviosa, casposa, amnésica , resultadista e  infiel.  Esa que no pasaba por Balaídos ni por los foros de opinión  hasta que estuvimos de nuevo en la cresta de la ola. Hasta que llegó la persona a la que usted acaba de despedir después de dos años de duro trabajo. Esa persona que volvió a colocar a este equipo en un nuevo modelo y en una nueva política.  Por lo menos eso fue lo que usted nos vendió. Esa persona que conjuntamente con los esfuerzos económicos que usted ha desarrollado con su equipo directivo, devolvió a este equipo al primer plano del existencia futbolística. 

Acaso hizo usted la encuesta en el lugar equivocado. Quizás hubiese sido mejor hacerles caso a esos nueve mil  fieles de siempre y que nunca abandonaron el equipo ni lo harán jamás;  que vieron Balaídos como un solar dispuesto a ser derribado o morir derrumbado;  que disfrutaron de las "excelencias" futbolísticas de gente como Arthuro, un apático Diego Costa o  un insufrible Botelho. Quizá a esos,que no son precisamente los viejos del lugar, podría haberles consultado en la decisión y probablemente hubiera salido otro resultado. Y no hacerles coro a los ecos nerviosos de los amnésicos resultadistas que abandonarán el barco y al equipo en la muy probable travesía a segunda división. Esos que volverán a casa para volver a guardar la zamarra celeste en el armario y que coja un triste olor a naftalina resesa  para volver a animar a los de siempre: es decir los que puedan dar una victoria fácil. La vitola de perdedor  pesa a algunos y no ennoblece. 

Muy querido Presidente, yo sé perfectamente que estamos en segunda división. Lo asumo. No me va la vida en ello. Es lo malo que tiene tener una edad y ver las cosas con una determinada perspectiva. Es algo accesorio que no tiene una excesiva importancia dentro de lo que es la propia vida de un equipo de fútbol. Sobre todo cuando el fútbol español está articulado de una manera tan bipolarista y abiertamente injusta y putrefacta. Para mí la vida se me va en ser coherente con lo que opino. Mantener mi palabra y mi opinión es lo que más me importa. Mantener el criterio, en tener la palabra dada como documento. Le conozco lo suficientemente bien a través de sus actos para saber que esta decisión no ha sido poco meditada y que evidentemente ustedes ya trabajan con un plan B en caso de descenso del equipo. E incluso estoy seguro de que esta decisión no es la que usted quería tomar. Pero en todo caso la decepción me persigue Sr. Presidente. Me arrasa por dentro ver que no tenemos los mismos conceptos sobre la palabra dada.  Me persigue porque no veo dónde encaja el nuevo entrenador en lo que usted durante los últimos años propuso como modelo de este club. Porque aquí no he visto la política de la cantera y de la puñetera  y cacareada implantación del modelo inglés por ninguna parte. Porque no creo que esto sea una decisión que a la larga nos vaya a beneficiar, sino todo lo contrario. Ahora que con esta decisión hemos vuelto a la mediocridad, a la atonía, del resto de los clubes de fútbol del muy mediocre panorama español ¿donde queda lo dicho y prometido?  Igual que usted. Usted ha vuelto a ser uno más de todos los presidentes de los mediocres equipos de fútbol del panorama nacional. Vuelvo a decirle que probablemente el fallo sea mío por  creer que su palabra en el terreno de la gestión deportiva era diferente sobre el resto de los presidentes de los equipos de la liga de fútbol profesional. El error es mío por ser un honesto bobalicón, un tonto de las pelotas ( sobre todo de las pelotas futbolísticas) por percatarme en modo tardío, que estos últimos tres años de maravilloso y honesto celtismo han sido simplemente una hermosísima casualidad del destino. Algo que salió bien porque llevábamos demasiados años haciéndolo todo mal.

O acaso sea que tenga usted razón, que lo del cambio de entrenador nos salve la categoría, aunque honestamente sé cómo va a terminar esto (que ya son demasiadas primaveras viendo fútbol como para no darme cuenta de que no es más que un peldaño en la bajada al mismo infierno). Y qué acaso el estereotipo futbolero más o menos formal y reseso, esa caspa inmutable de la que nunca nos libramos será el único dictado que debamos seguir. Por lo tanto  yo también voy a marcarme un soberano estereotipo ( como usted en sus decisiones) y voy a pedir un completo, absoluto y cerrado apoyo al nuevo entrenador. Yo el primero. Que no sea por decisiones o discursos estandarizados Sr. Presidente. Aquí tiene el mio. 

Deseándole lo mejor para usted y su familia, Me despido muy afectuosamente de Ud. con todo mi respeto y consideración.

1 comments:

Unknown dijo...

Que pasa? Si apoyo el cese de herrera soy menos celtista que tu? Si tantas primaveras tienes deberias medir tus palabras esta claro?
Estoy sorprendido de que en moiceleste se puedan decir tantas gilipolleces
Expon tu opinio y de puta madre, pero ojo con lo que dices del resto hombre
Si no pensamos como tu ya somos resultadistas, somos malos celtistas que no estaran en los dificiles momentos,... Vamos hombre esto se llama FASCISMO

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