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| MARTA G. BREA |
Directa o indirectamente, mucho se ha hablado del partido
que enfrentará esta tarde a Espanyol y Celta sobre el césped de Cornella-El
Prat. Durante las vacaciones navideñas, tanto este encuentro como el disputado
el pasado domingo frente al Valladolid poco menos que se catalogaban de finales
para el conjunto celeste, el cual estaba obligado a obtener una buena cosecha
de puntos si no quería caer por primera vez en mucho tiempo en puestos de
descenso. Tras derrotar con relativa comodidad a los pucelanos y con la
eliminatoria de Copa ante el Real Madrid en el horizonte, se abrieron dos
frentes en la parroquia celeste: por un lado, los que abogaban por minimizar
esfuerzos y reservar futbolistas para Barcelona; por otro, los que consideraban
compatibles ambas obligaciones. Como finalmente se demostró, Paco Herrera
compartió opinión con los primeros, dejando en el banquillo del Bernabeu a
hombres claves como Roberto Lago, Borja Oubiña y Iago Aspas y priorizando por
completo el compromiso liguero.
Pues bien, el
choque ante el Espanyol ha llegado, uno de esos enfrentamientos que como bien
se ha encargado de explicar el técnico perico, Javier Aguirre, vale 6 puntos.
El Celta, prácticamente desaparecido a domicilio en lo que llevamos de
temporada, tiene la necesidad de puntuar en tierras catalanas si quiere evitar
la zona peligrosa. Herrera dispondrá de la artillería descansada en Chamartín,
pero sufrirá dos importantes bajas derivadas del partido de la capital: Túñez,
ausente entre dos y tres semanas por una rotura de fibras, y Hugo Mallo, triste
noticia de la semana tras destrozarse la rodilla en un lance del juego frente a
los blancos. Dos ausencias sensibles que para este encuentro tienen respuesta
clara. Demidov, reciente fichaje celeste, parece que será el encargado de
suplir a Túñez, aunque su escasez de entrenamientos puede albergar alguna
esperanza para Jonathan Vila. Por su parte, el canterano Jonny, quien viajó
inmediatamente desde Vigo hasta la ciudad Condal tras conocerse la lesión de
Mallo, será el sustituto del marinense, esperando repetir su buena actuación de
la tercera jornada frente a Osasuna. Cabral y Roberto Lago completarán la
retaguardia.
Por lo demás, es
probable que Augusto Fernández regrese al once, relegando a Park al banquillo.
Bermejo, sin minutos en el Bernabeu, volverá a la mediapunta, escoltando a un
Iago Aspas que recuperará su condición titular. Las obligaciones en la medular
recaerán en el doble pivote formado por Borja Oubiña y Álex López, con Michael
Krohn-Dehli y el mencionado Augusto en los costados. Finalmente, y como viene
siendo habitual en el campeonato liguero, Javi Varas ocupará la portería.
Mientras, el
Espanyol encara el duelo con más urgencias si cabe que el Celta. Los
blanquiazules se encuentran en puestos de descenso, 3 puntos por debajo de los
célticos y precisan un triunfo para olvidar el mal trago sufrido el fin de
semana pasado en el Camp Nou, donde salieron goleados. Wakaso y Héctor Moreno
son bajas importantes en el equipo de un Javier Aguirre que suma 6 puntos en
las 5 jornadas que lleva en el cargo.
El probable once
del que dispongan los periquitos ante su afición será el compuesto por Kiko
Casilla en la portería y una línea de cuatro en defensa con Raúl Rodríguez,
Colotto, Forlín y Capdevila. En el centro del campo, Baena y Víctor Sánchez
como doble pivote con Simao y Víctor Álvarez en las bandas. Y arriba, Joan
Verdú como mediapunta y Sergio García en la delantera.
El gipuzcoano Pérez
Lasa dirigirá un encuentro entre dos rivales directos que servirá para echar el
cierre a una primera vuelta del campeonato a la que el Celta puede llegar en
números de permanencia. Para eso necesita una victoria que lo aúpe hasta los 21
puntos (42 al finalizar la temporada) y que además le permitiría acumular por
primera vez en toda la campaña dos triunfos consecutivos, con la consiguiente
inyección de moral y confianza que supondría. En resumen, un partido muy
importante en el que los celestes jugarán por los puntos, pero sobre todo para
brindar una alegría a un Hugo Mallo al que le esperan seis meses de calvario.
Ganar en Cornella seguro que ayudaría al buen lateral de Marín a iniciar una
larga y laboriosa recuperación.
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