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Aprovechando el parón navideño, toca hacer balance de la actuación individual de los jugadores del Celta, a los que analizaremos durante estos días contando con vuestra colaboración, ya que os pedimos que le pongáis una nota entre el 0 y el 10 para definir lo que llevamos de temporadas en el ámbito individual.
Llegamos a uno de los jugadores que genera mayor división de opiniones: Gustavo Cabral. El argentino, llegado este año procedente del Levante, sorprendió en pretemporada ganándose el favor de la mayor parte de los aficionados y también durante las primeras jornadas. Samuel Llorca esperaba su oportunidad en el banquillo o en la grada, pero nadie ponía en duda la titularidad de Gustavo Cabral, apodado el Sargento. Sin embargo, todo cambió a raíz del derbi ante el Deportivo en el que fue expulsado por doble amarilla, vistas ambas en un breve lapso de tiempo.
Tras cumplir el partido de sanción regresó en Vallecas actuando como mediocentro en ausencia de Oubiña, y fue expulsado también, en esta ocasión antes del descanso, nuevamente por doble amarilla, lo que provocó que muchos dejasen de confiar en él y comenzaran a ver en el defensa argentino los fallos que antes no le apreciaban. La exigente afición del Celta no acaba de confiar en Cabral, a pesar de que, en líneas generales, sus actuaciones no han sido malas, pero pesan más esos pequeños fallos de concentración o desconexión en los partidos que desafortunadamente suelen llegar en momentos muy importantes.
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