En Plaza de España están encantados con el rendimiento que está ofreciendo Varas. No sólo se valoran las buenas prestaciones que el sevillano está ofreciendo en la portería, sino el poso de experiencia que aporta al grupo y su liderazgo dentro de un vestuario en el que no abundan los veteranos. La cuestión ni siquiera se había planteado aún al Sevilla, porque el Celta desconoce todavía la categoría que va a ocupar el próximo curso. Pero en el club se confía en cumplir con el objetivo de la permanencia y la dirección deportiva había llegado desde hace tiempo a la conclusión de que Varas, con contrato en vigor con el Sevilla hasta 2015, era una apuesta segura para el próximo curso.
El problema es que ya antes del fichaje de Diego López por el Real Madrid la continuidad del sevillano en Vigo era problemática. El principal escollo que existía para su continuidad es la elevada ficha que el futbolista percibe del Sevilla (1,2 millones de euros), de la que el Celta asume en la actualidad aproximadamente la mitad. Y el tope salarial fijado para este temporada en la plantilla celeste es de 800.000 euros incluidos incentivos.
Pero lo que era un problema económico sujeto a negociación se ha convertido en este momento en un problema deportivo, pues la marcha de Diego López al Madrid abre de nuevo a Varas la posibilidad de hacerse con la titularidad en el Sevilla, especialmente si se tiene en cuenta que Andrés Palop concluye contrato en junio y no va a seguir en el club hispalense.
El Sevilla prevé fichar en este mercado de invierno un portero que supla a López -de momento está tirando de Julián Cuesta, del filial-, pero busca un guardameta de perfil bajo, con el que pueda tirar hasta final de curso.
Julio Bernardo / Faro de Vigo
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