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Balaídos acogerá mañana un duelo entre dos equipos que tienen mucho en común. Celta y Real Sociedad son dos históricos que están levantando cabeza tras unos años oscuros. Ambos vivieron una reciente etapa en Segunda, ambos tuvieron que recurrir al proceso concursal al correr peligro de desaparición y ambos miran con optimismo al futuro gracias a un equipo plagado de canteranos.
Eso sí, el club vasco marcha un paso por delante. Los donostiarras consiguieron el ascenso en 2010 y ya han logrado asentarse en Primera División. El Celta aún lucha por esto último. Y en esta pelea, la Real Sociedad es un espejo en el que mirarse. Así lo opina el presidente celeste, Carlos Mouriño, que hace casi dos años, cuando el Celta comenzó a presentar su candidatura al ascenso, ya se marcó a este club como modelo a seguir. 'Nuestro ejemplo en Primera puede ser la Real. Subió con un bloque, lo mantuvo y está dando pelea', dijo el máximo accionista celeste el 10 de febrero de 2010. Mouriño añadía, de nuevo poniendo a la Real como ejemplo, que 'si subimos, tenemos que hacer un esfuerzo grande para reforzar cuatro o cinco puestos. Pero debemos de mantener el bloque porque muchos de los jugadores que tenemos pueden jugar un extraordinario papel en Primera'.
Casi año y medio después, cuando al fin se logró el ascenso, fue la fórmula que se empleó para elaborar la plantilla del retorno a Primera. Los celestes cuentan con doce canteranos en el primer equipo ?es el tercero de Primera que más tiene?, más de la mitad del plantel. Y esta política es la que ha seguido a rajatabla la Real, a la que sólo supera en número de canteranos sus vecinos del Athletic. En total, son quince los jugadores formados en las categorías inferiores del club con los que cuenta Montanier. A estos, se le suman siete jugadores llegados de fuera para apuntalar las posiciones más débiles del equipo, entre ellos el ex céltico Carlos Vela. La fórmula le ha servido para mantenerse las dos últimas temporadas y en ésta la Real incluso apunta a Europa. El Celta espera continuar siguiendo su ejemplo .
Miguel Román / Atlántico Diario
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