![]() |
RFEF |
Esta semana, en la concentración que la Selección Sub-19 realizó en La Ciudad del Fútbol de Las Rozas, tres internacionales volvieron a convertir en presente una historia que, durante años, el fútbol se empeñó en suspender en el tiempo, amenazando con una trama que hacía difícil volver a juntar a los tres protagonistas de la misma; Denis Suárez, Jonathan Castro ´Jony´y Rubén Blanco.
Hasta hace menos de dos años, la vida deportiva de los tres internacionales transcurría bajo un mismo hilo conductor que alimentaban sus sueños deportivos, el club que les formó como futbolistas y personas y donde compartieron mil y una experiencias, el RC Celta de Vigo. Los tres nos recuerdan su ingreso en la cantera celeste: “Entré en edad alevín, procedente del Porriño, e ir al Celta suponía ir a un equipo de referencia, porque por aquel entonces jugaba la Champions League y la Uefa. Estaba muy feliz por entrar en una de las mejores canteras y haciéndolo desde tan pequeño me hacía estar satisfecho”, comenta Denis. De la generación de 1994 ambos, Denis y Jony, se convirtieron en compañeros inseparables desde entonces, y juntos fueron quemando etapas a la vez que su progreso como futbolistas, como nos comenta Jony, se hacía más plausible: “Yo entré a la misma edad que Denis, en alevines, y hemos sido compañeros desde entonces.
La noticia de la llegada al Celta la viví con mucha alegría, al igual que mi familia, y todo fue muy fácil desde el principio, conociendo a todos los compañeros. Nos llevábamos muy bien y nos sentíamos muy a gusto”. Un año más tarde que ellos ingresaría el guardameta Rubén Blanco, de la generación de 1995: “En mi caso entré un año más tarde que ellos, y fue toda una ilusión formar parte de una de las mejores canteras, en aquel momento de Galicia, y actualmente a nivel nacional. Por el tema de la edad, a Jony y a Denis no los conocí hasta hace tres años y actualmente me siento muy feliz y orgulloso por formar parte del Celta”.
Tras la llegada al club y como todo joven que ingresa en la cantera del club vigués, los campos de entrenamiento de A Madroa se convirtieron desde entonces en su hogar, el hogar donde se erigían los sueños y ambiciones de los tres futbolistas. Su objetivo era claro: crecer y convertirse en futbolistas de élite.
El camino no fue fácil, y los altibajos marcan siempre cualquier camino que lleve a la élite del fútbol, por eso son pocos los que llegan. A medida que progresaban paso a paso en las categorías inferiores del RC Celta, llegaba el momento de dar un paso más, acudir a la Selección Española. Denis cuenta la importancia de la presencia regular en las categorías inferiores de la Selección para el crecimiento y el progreso como futbolistas: “Es muy importante porque aquí juegas con los mejores jugadores de España de tu edad. Se empieza en Sub-16 y desde entonces te estás formando en la filosofía de fútbol de la Selección, una filosofía de tener y mantener la posesión de balón y eso en Sub-17 cuesta mucho más, porque los jugadores de España suelen ser bajitos y con buen toque de balón y a esa edad la inferioridad física se nota mucho. Por eso luego en categoría Sub-19 y Sub-21 España gana muchos campeonatos, porque las fuerzas se igualan y con el balón en los pies España ha demostrado en los últimos años ser superiores a los demás”.
Pero el paso por la Selección no solo les ha ido reportando un crecimiento deportivo como futbolistas, va mucho más allá. Como nos cuentan Jony y Rubén, el trato con futbolistas de todas las regiones de España y las experiencias que se acumulan en las diferentes concentraciones suponen un bagaje vital y humano de un valor incalculable: ““Las concentraciones con los demás futbolistas te hacen madurar mucho, te hace ganar muchas amistades y eso siempre es bueno para todos, ganas cosas buenas de todos y vas captando los mejores valores de todas esas personas. Fuera somos amigos y en el terreno de juego lo acabamos transmitiendo”, afirman.
Hace casi dos años, el camino trazado por los tres protagonistas tomó un rumbo diferente, Denis Suárez cambiaba la casaca celeste del RC Celta de Vigo por la celeste del Manchester City y la ciudad deportiva de A Madroa por la de los citizens. Sin embargo, las huellas de tantas experiencias humanas y deportivas vividas en Vigo no se borrarían fácilmente y, aún con su nueva vida en Manchester, las amistades y el cariño deportivo por el club vigués se mantienen intactos, incluso se han recrudecido. Mientras tanto Jony y Rubén continuaron en Vigo y fueron alcanzando sus objetivos de llegar, entrenar y debutar con el primer equipo del RC Celta.
Sin embargo, y a pesar de tomar caminos distintos, quedaba la Selección, el lugar perfecto donde seguir escribiendo la historia. Denis y Jony ya compartieron presencia la pasada temporada en categoría Sub-19 y, tras coincidir en la Ronda Élite de Italia, juntos se proclamaron campeones de Europa de la categoría en Estonia, en un año inolvidable para ellos. Este año quieren repetir experiencia y volver a trabajar juntos en un objetivo común: “El principal reto es, primero, pasar la Ronda Élite, y después conseguir el campeonato de Europa. Estamos todos muy concentrados porque queremos lo mismo, las ganas de ganar nunca se pierden.
Al igual que el año pasado hay un gran equipo, de mucha calidad y quizá el de este año sea un conjunto más físico que el año pasado y eso nos va a ayudar en todo”, explica Jony. Entre la savia nueva del equipo están los jóvenes de la generación de 1995, como el caso de Rubén Blanco, jugadores que llegan para reforzar al equipo y con la mente puesta en volver a ser campeones de Europa, el guardameta asume el reto y alaba la fácil integración que los nuevos están teniendo en el grupo: “El año pasado no tuve la suerte de proclamarme campeón con la Selección Sub-19 pero ahora mismo estoy con ellos y todo el equipo me ha recibido muy bien y con mucha ilusión para poder seguir viniendo con esta Selección y repetir el título logrado el año pasado”. Denis habla con perspectiva y cree que la incorporación de los nuevos futbolistas debe hacer crecer a un equipo al que vuelve a ver con los réditos suficientes como para repetir el éxito del pasado año: “En esta generación hay varios futbolistas que ya fuimos campeones de la categoría el pasado año y eso sirve para que los más jóvenes se den cuenta de que las cosas están yendo bien y de que pueden estar aquí.
Este año volvemos a tener un gran equipo y podemos revalidar otra vez el campeonato de Europa”.
Sea como fuere, los tres jugadores miran al futuro con esperanzas y expectación. En cinco meses tendrá lugar la Ronda Élite de Polonia, una fase dura y exigente que habrá que superar para volver a optar a ser campeones continentales. A pesar de la dureza de la competición Denis, Jony y Rubén vuelven a sonreír juntos y son la imagen de un grupo de jugadores unido, feliz y ambicioso. Cambia el escenario y las circunstancias, pero a los tres todo esto les resulta familiar; vuelven a hablar de sueños y de ilusiones, de crecer y de cumplir metas, al igual que en otra época, donde sus rostros eran más imberbes y el clima más lluvioso. Vuelven a ser felices juntos jugando al fútbol, como en los viejos tiempos. Cuando A Madroa era el lugar donde hablaban de los sueños que ahora, juntos, están tornando en realidad.
RFEF
0 comments:
Publicar un comentario