El descartado fue Santi Mina


LOF
Santi Mina observó esta semana el horizonte de su carrera deportiva. Sus números en División de Honor de la categoría de juveniles le convierten en uno de los jugadores con más proyección del panorama nacional. Es un delantero que lleva el gol en la sombra. Posee un instinto letal que ha provocado que se abra el debate sobre su presencia en el Celta B.

El ariete vigués entrena con el primer equipo. Paco Herrera cumplió su palabra y decidió que formarse parte de la expedición que se enfrentaría a Real Madrid, en Copa, y al Espanyol, en Liga. La convocatoria significaba una experiencia nueva para Santi Mina. Viviría "in situ" cómo se viven los choques de la élite, de la máxima categoría del fútbol español. Un lugar al que está llamado a aterrizar a medio plazo.

El preparador céltico ya apuntó que no observa diferencias entre el goleador juvenil y los componentes del Celta. Lo cierto es que sería una gran noticia que el conjunto vigués encontrase en A Madroa un sustituto de lujo para un Iago Aspas que se ha convertido en la gran sensación tanto de la Liga BBVA como de la Premier League.

Sin embargo, a Santi Mina hay que dejarlo crecer. No debe haber prisas a la hora de quemar etapas en su corta carrera deportiva. Su debut llegará. Eso está claro. Sus números son su mejor aval. Están a la altura de grandes talentos como Lionel Messi o Bojan Krkic. La paciencia quizás sea la clave para que el Celta disfrute, próximamente, de uno de los jugadores con más futuro del fútbol español.

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