Carta abierta a Iago Aspas


MARTA G. BREA
Querido Iago, 

Te he seguido desde que en el filial hacías diabluras al lado de Dani Abalo. Los dos formábais un dúo que reventaba defensas contrarias y todos soñábamos con veros en el primer equipo. Me hubiese gustado seguirte desde que eras un benjamín. Si pudiese volver atrás en el tiempo lo haría. Iría todos los domingos a A Madroa, lloviese, tronase o nevase, solo para verte crecer partido a partido. Me conformaré con ver tu crecimiento desde hace seis o siete años. Desde aquel día en Salamanca en el que debutaste con el primer equipo, hasta tu verdadero debut, aquel que fue en Balaídos con el Alavés como rival. Gracias por aquellos dos goles, por cierto. 

He visto como te has ido haciendo mayor, como has aprendido a controlarte con los árbitros, como has logrado que tu sangre se haya ido enfriando con el paso del tiempo. He visto tu evolución, de un jugador un tanto irregular que no acababa de encontrar su sitio a lo que hoy eres. Hace un año nadie hubiese podido imaginar que valdrías 10 millones hoy. Pero así es, lo has logrado a base de trabajar, confiar en ti y mejorar cada día. A base de descaro y de fe. Tú siempre creíste en ti. Siempre. Ese es tu mayor aval. 

Sé que muchas cosas han cambiado en los últimos meses. Tu irrupción en la Primera División ha sido espectacular y, como es lógico, has llamado la atención de todo el fútbol español.. y europeo. Soy consciente de que las cifras son tentadoras, que los que te rodean te dicen lo que te dicen porque quieren que mejores. Es lógico que seas ambicioso y quieras más, que no ves claro un proyecto ganador en el Celta, que la diferencia económica es brutal, que tu amigo Hugo se ha lesionado y te da miedo que eso te pueda pasar a ti y perder tu tren. Soy consciente de todo ello, pero hazlo todo en tiempo y forma. No te pido más. 

No seré tan iluso como para pedirte amor eterno al Celta, porque muchos te dirán que del amor no se come (aunque no está mal lo que da este amor). Sé que tarde o temprano tu camino y el del Celta tendrá que bifucarse. Lo acepto porque sé a que club pertenezco, pero las cosas tienen que llegar en su momento. Y ahora no lo es. Piensa en todos los niños que te idolatran, que sueñan algún día con llegar a ser lo que tú eres. ¿Te has fijado como te miran esos niños que te esperan en A Madroa o Balaídos? ¿Los has mirado fijamente a los ojos? ¿Te acuerdas de como mirabas a tus ídolos de pequeños?. Piensa en Basilio, el socio número 1 del Celta, ¿Recuerdas lo que te dijo aquel día?. Todo el celtismo se ha puesto en tus manos. Este no es el momento. Puede que para tí lo sea, pero también lo será en verano. Y sobre todo, jamás dejes de confiar en tí. Los que ahora te ofrecen "X" te ofrecerán "x + y" en julio porque solo vas a mejorar. Espera, confía en tus posibilidades y ganarás aún más. Piénsalo. 

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