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Herrera y Pellegrini mencionan el viento y el estado del campo como condicionantes El temporal se hizo notar en La Rosaleda. Durante todo el encuentro se pudieron ver bolsas de plástico revoloteando por el terreno de juego sin que nadie ni nada pudiera detenerlas. Y es que el viento era tan fuerte que controlar el balón se hizo muy difícil y en muchas ocasiones las rachas de viento desviaron centros y remates.
El entrenador del Celta se quejó del fuerte viento, que dificultó su juego, pero sobre todo del césped "no es normal que sea apto. Ha sido el mayor problema", apuntó. Esta misma opinión mostró Pellegrini, que lo comparó con "una pista de hielo". "El viento hacía un poco, pero creo que el césped nos afectó más, es de urgencia cambiarlo ya, no es apto para la práctica del fútbol. Los jugadores se están cayendo todo el partido", indicó el míster del Málaga.
Faro de Vigo
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