El Celta puede cerrar este lunes
ante el Betis un año prácticamente perfecto en lo que a los compromisos como
local se refiere. Lejos de las malas cifras de otras temporadas, donde el
rendimiento de Balaídos era un importante lastre de cara a la consecución de
los diferentes objetivos, los hombres de Paco Herrera han logrado en este 2012
convertir el estadio de la ribera del Lagares en un auténtico fortín. Los
números asustan.
Los vigueses han disputado un total de 21 encuentros como locatario en
los últimos 12 meses. El del próximo lunes ante el Betis será el número 22 de
un año en el que los celtistas han visto ganar a su equipo hasta en 15
ocasiones. Balaídos ha presenciado 13 triunfos locales en el campeonato liguero,
10 de ellos el curso pasado en Segunda División: Nástic (1-0), Murcia (1-0),
Recreativo (4-1), Almería (4-3), Numancia (5-0), Villarreal B (2-0), Barcelona
B (4-1), Alcorcón (3-0), Alcoyano (4-0), Xerez (4-1), Osasuna (2-0), Getafe
(2-1) y Sevilla (2-0). Además, también ha celebrado 2 victorias coperas, ambas
esta temporada: Almería (3-0) y Real Madrid (2-1).
Por otra parte, se han producido hasta 4 empates: 3 esta temporada –Deportivo
(1-1), Mallorca (1-1) y Levante (1-1)- y el restante el que propició el ascenso
de categoría en la última jornada de la temporada pasada ante el Córdoba (0-0).
En el plano negativo, tan sólo 2 derrotas, una en cada campaña. 2-3 ante
el Deportivo en el derbi y 0-1 frente al Málaga en la jornada inaugural de este
curso futbolístico. Ambas, además, se produjeron en los instantes finales del
choque y habiendo merecido el Celta un mejor resultado por sus méritos futbolísticos.
En resumen: 21 partidos, 15 victorias, 4 empates, 2 derrotas, 48 goles a
favor y 15 en contra. Unos números espectaculares sin tener en cuenta los encuentros
amistosos, 3 hasta la fecha, los cuales
fueron saldados con victoria por el conjunto de Paco Herrera: Atlético de
Madrid (1-0), Wigan (1-0) y Lugo (3-1).
De cifras tan positivas, inevitablemente, se ha beneficiado una relación
afición-equipo que en la actualidad goza de muy buena salud. Las entradas en
Balaídos han ido mejorando poco a poco y en apenas ocho meses se han registrado
hasta tres llenos (en el derbi de la temporada pasada, el día del ascenso ante
el Córdoba y el pasado miércoles en Copa ante el Real Madrid). Cada día más
celtistas acuden a Balaídos conscientes de que, a diferencia de otros años, la
visita al viejo, frío y húmedo estadio municipal ya no supone una tortura.
Ahora solo cabe esperar cerrar el año de manera triunfal ante el Betis y
esperar a que 2013 siga agrandando la fortaleza de un Balaídos que, sin
duda alguna, será la llave para la permanencia y los futuros éxitos que estén
por llegar.
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