La fortuna en fútbol resulta tan esquiva que viene y
desaparece en un abrir y cerrar de ojos. Cerraba el Celta una semana un tanto
maratoniana, con tres partidos en menos de siete días y la obligación de obtener
buenos réditos en todos ellos. Dos tercios de su propósito se habían conseguido
con dosis de sufrimiento y una pizca de suerte. Los goles de Aspas y Roberto
Lago en los minutos finales de Zaragoza y Almería ayudaron a sonreír a la
parroquia celeste.
Sin embargo, ante
el Levante salió cruz. Los vigueses perdonaron en exceso ante un rival que
mostró en Balaídos todas sus virtudes y también parte de sus miserias, y
terminaron pagándolo con un empate que, si bien tampoco es un mal resultado, evita
la escapada celeste en la clasificación y deja un regusto amargo en el paladar
por la forma en la que se produjo.
Y es que durante
todo el encuentro fue el Celta el que más apostó por el triunfo. Nada
sorprendente por otra parte, pues quien siga habitualmente al conjunto de “JIM”
sabrá de sobra cómo se las gastan los levantinistas: orden, rigor y
rentabilizar los errores ajenos.
Así, los granotas
no desperdiciaron el indulto de un Celta que tras adelantarse en la primera
mitad por mediación de Quique De Lucas marró un importante número de
oportunidades en un segundo tiempo que no debió haber llegado a su final con el
marcador tan apretado. Fue entonces cuando Barkero aprovechó la pasividad de la
zaga celeste en el rechace de una falta para filtrar el balón a su espalda y
que Míchel sirviera en bandeja a Roger el gol del empate.
No obstante, las
sensaciones deben ser positivas tras el devenir de la semana. El Celta
terminará la jornada con 3 puntos de distancia sobre la zona de descenso,
habiendo roto el maleficio a domicilio y manteniendo la imbatibilidad en casa,
donde no pierde desde la primera jornada. Su fútbol, el cual podía verse
mermado por la fatiga acumulada, ha sido mejor que en los compromisos ligueros
precedentes, donde los de Herrera habían perdido algo de frescura. Además, y
pese al despiste del gol visitante, el sistema defensivo parece cada vez más
compacto y seguro.
Asimismo,
futbolistas como Hugo Mallo, Roberto Lago y especialmente Michael Krohn-Dehli –el
mejor ayer y en el cómputo global de la semana- están ofreciendo un rendimiento
muy elevado. Aunque no del todo perfectas, buenas noticias en general para
comenzar una semana más sosegada que terminará con la ansiada visita a San
Mamés.
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