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| DAVID RAMOS |
Las imágenes de televisión dejaron en evidencia a Lionell Messi en el partido del sábado en el Camp Nou entre el Barcelona y el Celta. En la segunda parte del partido, las cámaras recogen el momento en el que el astro argentino le propina un puñetazo por la espalda a Jonathan Vila mientras ambos corren hacia la portería de Javi Varas. La acción antideportiva del barcelonista incluso provocó un alboroto entre jugadores. Túñez tuvo que sujetar a un Messi enfadado.
Ayer, Jonathan Vila le restó importancia a la acción de Messi, calificándola simplemente como "un lance del juego", evitando polémicas. Para el porriñés se trató de una jugada sin importancia. Sobre los posibles motivos de la reacción del jugador del Barcelona, el céltico cree que podía estar molesto porque en dos forcejeos que mantuvieron con anterioridad por la disputa del balón quizás le tocó con el brazo en la cara. Negó que pudiese tratarse de un golpe, más bien se trataría de un simple contacto por la diferencia de altura entre ambos: el defensa céltico mide 1,86 metros y el atacante azulgrana, 1,69.
El partido transcurrió sin apenas incidencias. Es más, durante la primera parte solamente se produjeron cuatro faltas, dos por cada equipo. Barcelona y Celta se dedicaron simplemente a jugar y mantuvieron un ritmo altísimo al no producirse apenas interrupciones.
Por ese motivo, llamó la atención la agresión de Messi a Vila. El céltico, además, se caracteriza por jugar de forma excesivamente blanda para lo que se espera de un defensa central. Apenas comete faltas y lo que Messi entendió que se trataba de golpes con el codo fueron simples movimientos de brazo mientras corrían a la par.
Jaime Conde / Faro de Vigo
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