Iago Aspas hace ruido


REAL CLUB CELTA
Todo actor sabe que la trascendencia de su trabajo está directamente relacionada con el escenario sobre el que se desenvuelva. Aspas ha hecho mejores encuentros que ante el Barcelona. Ni siquiera pudo ser decisivo, aunque bordease un gol para el recuerdo con un gesto técnico que merece la acuñación de un término propio. Pero el Camp Nou tiene una audiencia universal. Genera eco. Hoy, los elogios a Iago Aspas pueblan los principales foros futbolísticos en diferentes idiomas y van ligados a una previsión que Herrera comparte: será difícil retenerlo en el Celta.

A Paco Herrera, que tutela a Iago Aspas con rigor paterno, le faltaba que el moañés luciese en un escenario principal. Se lo fijó como reto hace algunos días, viéndolo diluido en el Bernabéu. Y su púpilo le cumple el deseo en su relampagueante trayecto hacia la madurez. No marcó en el Camp Nou. Falló un mano a mano ante Valdés. Cayó el Celta en la Ciudad Condal, como en otras 35 ocasiones desde 1940. Medios de comunicación y redes sociales, sin embargo, se pueblan de elogios hacia la joya celeste. Gustó en el desempeño y asombró en los detalles. Se desatan las elucubraciones sobre su futuro, que algunos ven en la Premier League.

Víctor Fernández, extécnico celeste metido a comentarista en Cope, anticipó el vendaval cuando descubrió la disposición defensiva ideada por Vilanova. "Favorece a Iago", sentenció. Aspas cayó a las dos bandas. Venció los duelos de velocidad con esa zancada que parece haberse agigantado. Provocó jaquecas.

Queda para el recuerdo el remate sin ángulo de la segunda mitad. La rosca que el rumano Voinea se inventó en el balonmano, trasplantada al fútbol. Un efecto imposible, de dibujos animados, listo para que alguien lo bautice: la iaguiña, el aspazo, la moañesa... Es seguramente la acción que hace que el exmadridista Álvaro Benito, actual líder del grupo musical Pignoise, escriba: "Pedazo de jugador Iago Aspas".

El nombre del rival multiplica la audiencia. La prensa de Barcelona, aunque sea como foco secundario, se entusiasma. Le preguntan a Pedro Rodríguez, que proclama: "Es un gran jugador. Es muy complicado defenderlo". Joan Josep Pallàs opina en El Mundo Deportivo: "El partido de ayer (...) consagró un poco más a Iago Aspas, un delantero con infinidad de recursos que dejará pronto el Celta, club patria en el que lleva desde los 8 años".

Sucede mucho que al elogio políglota ("jugadorazo", "inmens jugador", "impressive player") le siga el augurio de su pronta marcha del Celta. El propio Paco Herrera colabora en esta dinámica. "Será difícil retenerlo. Iago es un chico de la calle y en el campo te roba la cartera. A veces también tiene o tenía explosiones que no correspondían, pero ahora es un jugador maduro, hecho, y entiendo que si hay un equipo listo de Primera División, de los que pueden pagar, irán a por él".

Listos los hay. Aunque nadie presentó una oferta oficial el pasado verano, ya varios directores deportivos se habían apuntado el nombre en la agenda. Quisieron saber en Praza de España si los rumores que vinculaban a Aspas al Sevilla eran ciertos y preguntaron. "No. Pero podemos hablar si os interesa a vosotros", les replicaron.

No quiso hablar el Celta cuando la tasación de Aspas podía ronda el millón de euros. Ni querrá hablar ahora por esa cifra, a poco que Iago confirme su arranque. Protege su mejor posesión con un contrato hasta 2017 y una cláusula de 10 millones. Y es que falta en esa previsión de Herrera la segunda condición: los que pueden pagar. Cosa que escasea en la Liga.

A Iago no le alcanza para Real Madrid o Barcelona. Su mercado natural estaría en la zona aristocrática, que es nobleza venida a menos: Valencia, Sevilla o Atlético se encuentran al borde de la ruina. Van al baratillo, como los demás. El Málaga, nuevo rico que ilusionaba a los vendedores españoles, no ha cuajado.

En condiciones normales, con el Celta en Primera División y disfrutando de una relativa solvencia económica, parece más probable que la oferta suficientemente suculenta llegue desde el extranjero. Desde la Premier League, quizás. Stan Collymore, aquel delantero al que el Celta se midió en la eliminatoria con el Aston Villa, pregunta a los aficionados del Liverpool a través de Twitter por un "fichaje decente" que llene el "vacío en la delantera" roja. Un hincha propone enseguida que "lancen una oferta al muchacho joven que juega en la delantera de Vigo, Iago Aspas". Phil Cadden, periodista que cubre la información del Swansea, revela que Erik Larsen, ayudante de Laudrup, ha estado presenciando encuentros del Celta. El Swansea busca delantero en diciembre. "Iago Aspas", le concretan sin dudarlo varios seguidores.

El tiempo determinará la fiabilidad del ruido que empieza a rodear a Aspas. Apenas acaba de empezar a escribir su relato en la elite. Si es constante, la oferta llegará. Iago, el chico que come cada día en casa de sus padres y no quiere mudarse a Vigo por no abandonar a la pandilla de colegas, tendrá que decidir entonces si corta el cordón umbilical.

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