Una sequía de casi seis meses


EFE
El conjunto vigués llegaba necesitado a Zaragoza. Se encontraba inmerso en una dinámica negativa en la que acumulaba cinco partidos sin conocer la victoria. Preocupaba sobre todo la imagen lejos de Balaídos. El Celta, desde la llegada de Paco Herrrera, se había caracterizado por un equipo fiable a domicilio. Esta temporada esa situación se había revertido considerablemente. Cero puntos de dieciocho posibles eran un balance pírrico para un club que quiere lograr la permanencia con holgura.

El cuadro celeste no puntuaba como visitante desde el triunfo conseguido en el Nou Estadi. Era la penúltima jornada de la pasada campaña. El Celta ganaba por la mínima al Nástic de Tarragona y dejaba prácticamente sentenciado el ascenso a Primera. Aspas y Natxo Insa fueron los goleadores de aquella tarde. El cielo quedaba a solo un paso.

Desde aquel feliz 27 de mayo al triunfo de La Romareda han pasado casi cinco meses. El equipo vigués rompió con su maldición lejos de Balaídos tirando de pragmatismo. Su solidez defensiva, hasta entonces uno de sus puntos débiles en este inicio de curso, fue clave para sumar tres puntos que permiten a los de Herrera abrir distancias con los puestos de abajo. Javi Varas e Iago Aspas también tuvieron un papel fundamental. El moañés anotó el gol de la victoria. El meta sevillano, por su parte, sacó una mano espectacular a un potente disparo de Aranda que habría significado el tanto del empate.

Este Celta de Primera ha logrado su primera conquista de la temporada. La dinámica se ha revertido. El conjunto vigués debe seguir siendo fiable en Balaídos y pensar en sus dos posibles conquistas antes de cerrar un 2012 inolvidable: San Mamés y el Vicente Calderón.

Carlos I. Castrillón / Faro de Vigo

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