El Celta regaló esta noche una sobredosis de épica a los poco más de diez mil espectadores que acudieron a la cita copera en Balaídos. La empresa no era fácil porque enfrente estaba un equipo que plantó cara, serio y con oficio, que puso contra las cuerdas al equipo de Herrera que, a la heroica, logró igualar la eliminatoria en tiempo de descuento. En la prórroga, el Celta hizo buena su superioridad, patente durante todo el encuentro, para sentenciar el partido y la eliminatoria.
En diciembre espera el Real Madrid, y Herrera sabía de la importancia, a todos los niveles, que tenía ese enfrentamiento para el club, así que apostó por un once que pondría en un partido de Liga, salvo la entrada de Sergio en la portería. Faltó Álex López, que arrastra molestias desde el partido de Zaragoza, pero el resto era prácticamente el equipo de gala.
No arrancó bien el Celta, que se encontró con un Almería sorprendentemente volcado sobre la portería de Sergio. Javi Gracia tenía muy claro lo importante que era adelantarse pronto y cerrar definitivamente la eliminatoria. El Celta, por su parte, atacaba de forma atolondrada, con demasiada prisa por resolver el partido. La primera la tuvo Augusto Fernández a los diez minutos tras una buena jugada de Krohn-Dehli, pero Diego García lo evitó. El danés puso a prueba unos minutos después al portero almeriense con un lanzamiento de falta que se envenó.
El Almería cesó las hostilidades mediada la primera mitad y decidió nadar y guardar la ropa. Los de Gracia se pertrecharon bien en defensa, juntaron sus líneas y mostraron buen toque de balón. El Celta se tropezaba una otra vez contra la zaga rojiblanca y contra la maldición de la portería de Marcador, que sigue sin ver un solo gol esta temporada.
Tras el descanso, Herrera decidió cambiar a Mario Bermejo, muy castigado fisícamente, y dar entrada a Joan Tomás. El técnico catalán buscaba más toque, ya que el Celta estaba abusando del balón en largo para que Park y Bermejo se fajasen con los defensores rivales. La entrada del catalán coincidió con un Celta más pausado y cerebral, buscando el gol a base de combinaciones, con menos prisa por llegar al objetivo.
En esta segunda mitad se hizo patente la superioridad del Celta, que encerró a un Almería que se defendía como gato panza arriba. El meta perdía minutos en cada saque de esquina, ante la total indiferencia de Undiano Mallenco, que nunca supo controlar las pérdidas del tiempo de los andaluces. La llegada del primer gol del Celta era cuestión de tiempo, pero se resistía más de lo deseable. El reloj corría, y la afición se impacientaba.
Tras algunas llegadas del Celta, Augusto estuvo listísimo para robar un balón y centrar al área para que Park enganchase un gran cabezazo que se coló en la portería almeriense después de tocar el larguero. El gol fue una inyección de moral para los de Herrera y la afición, que veían la remontada posible. Tras el tanto siguieron empujando los celestes, ante un Almería que cada vez se metía más atrás. Dejaban espacios los de Herrera para las contras. Eran riesgos normales que el conjunto visitante despreció.
La ocasión más clara llegó mediada la segunda mitad, cuando Hugo Mallo se plantó solo ante Diego García después de otra gran jugada de Krohn-Dehli. El danés realizó un gran partido, pero le faltó decisión para disparar cuando tuvo oportunidad. Unos minutos después fue Augusto quién puso a prueba al meta rival con un cabezazo tras una gran jugada de Iago Aspas. El de Moaña fue una pesadilla para Javi Gracia.
El tiempo seguía corriendo y al Celta se le iba apagando la luz. El cansancio se hacía patente en las piernas de los jugadores celestes que sufrían en un campo demasiado blando por la gran cantidad de agua que había caído. Herrera refrescó al equipo con la entrada de Toni y De Lucas, que dieron otro aire al equipo. Y cuando parecía que todo se acababa, ya en tiempo de descuento, llegó el gol celeste, justo después de que Diego García abortase una gran ocasión de Aspas que parecía ser la última. No fue así, porque a la salida de un córner, con Sergio amagando con subir a rematar, Roberto Lago supo cazar un balón peinado por Oubiña para llevar la eliminatoria a la prórroga.
Con las fuerzas igualadas, y un Celta superior, la prórroga resultó relativamente plácida para el Celta que, eso sí, tuvo que esperar a la segunda mitad de la misma para desnivelar la contienda con otro gran pase de Aspas a De Lucas que el catalán resolvió con la maestría que le caracteriza llevando el 3-0 al tanteador. Toni tuvo el cuarto tras un disparo que impactó con violencia en el palo. Ese gol hubiese evitado el sufrimiento final, que no fue tanto porque el Almería estaba entregado.
Justa victoria de un Celta que nos ha regalado una preciosa noche de fútbol. La Copa es una competición preciosa, como hoy hemos podido comprobar, y tendremos la suerte de seguir disfrutándola ante un rival de enjundia como es el Real Madrid. En esa ronda, el Celta tiene mucho que ganar y poco que perder.
Ficha técnica
Celta: Sergio, Hugo Mallo, Cabral, Túñez, Roberto Lago, Krohn-Dehli (Toni, min.85), Oubiña, Augusto (De Lucas, min.85), Mario Bermejo (Joan Tomás, min.46), Park y Iago Aspas
Almería: Diego García, Verza, Marcelo Silva, Trujllo, Gunino, Raúl García, Casquero, Abel (Aleix, min.61), Jonathan, Aarón (Charles, min.67) y Ulloa (Soriano, min.80)
Goles: 1-0; min.54: Ju Young Park; 2-0, min.90: Roberto Lago; 3-0, min.109: De Lucas
Árbitro: Undiano Mallenco, del comité navarro. Amonestó a Toni, Aarón, Casquero, Jonathan
Campo: Balaídos. 10.541 espectadores. Antes del comienzo del partido se guardó un minuto de silencio en memoria del ex jugador celeste Juan Francisco
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