La vergüenza de Lendoiro


CORDON PRESS
Decía Lendoiro en el mes de abril de 2011 que le daría vergüenza ir a la concursal. En aquel momento tachó de aprovechados y jugadores con ventaja a quienes habían decidido acogerse a ella como recurso para salvar la entidad. Dijo en ese momento que solo iría en caso de situación límite, y con ello venía a decir que los que ya habían pasado por un proceso concursal lo habían hecho por capricho, para librarse con pillería de las deudas pendientes. 

Lo dijo y no se ruborizó. Ni se ruborizaba cuando decía a sus aficionados que la cosa iba bien, que no era preocupante. Lo hacía mientras abrigaba el 1% del presupuesto de un club que lleva años agonizando sin que nadie ponga remedio, sin que la afición proteste ni exija. No hay exigencia porque Lendoiro ha sabido controlar a los medios. Distingue a los amigos y enémigos del régimen, y los señala sin pudor. 

Ha conseguido hacer creer a la masa social que "La Voz de Galicia" era un medio antideportivista porque ha sido el único que se ha atrevido a decir la verdad sobre lo que sucedía dentro de ese club. Lo han pagado caro, primero con el odio de un buen sector del deportivismo, y después con el veto a Riazor y los actos oficiales del Deportivo. Esa no le da vergüenza a Lendoiro. 

Tampoco le da vergüenza lo que debe. Decía en su momento que él quería pagar a sus acreedores, pero, además de inflar artificalmente el presupuesto de la temporada pasada, no ha hecho mucho para que cobrasen. Vive bien con los aplazamientos, se preocupa mucho por pagar lo que debe, pero hace lo imposible por retrasarlo. Mientras la deuda aumenta. En los presupuestos de la Temporada 2011-12 se contemplaban 9 millones de ingresos en traspasos. No hizo un duro, pero el presupuesto del club aumentó. Calculad el 1% de 9 millones de euros y veréis lo rentable que puede ser una pequeña triquiñuela. 

Lendoiro se encuentra contra las cuerdas. Mejor dicho, el Deportivo, que no es de Lendoiro y existió mucho antes de que él apareciese, se encuentra al borde de la quiebra. Hacienda ha bloqueado todos sus ingresos. Todos. Es una situación gravísima, de un enorme calado con consecuencias difíciles de evaluar a día de hoy. El primer efecto está aquí: El Deportivo se acogerá a la ley concursal. Esa que le daba vergüenza a Lendoiro, que jamás se sonrojó por mentir a sus accionistas, abonados y aficionados, ni por nombrar al Celta como ejemplo de club tramposo para ganarse a su afición. Esa "trampa" a la que él mismo se acoge ahora porque no le queda más remedio. 

No quería este último recurso Lendoiro, pero no por la vergüenza, ese no es el problema. Los procesos concursales han cambiado en los últimos años, y, precisamente el Celta, sentó un peligroso precedente cuando Horacio Gómez y parte de su Consejo tuvo que pasar por los banquillos. Igual es eso lo que le da vergüenza a Lendoiro. ¿Le avergonzará la verdad? 

0 comments:

Publicar un comentario